Hoy en Revista Dosis

La infección por SARS-CoV-2 puede provocar una condición luego de transitar la enfermedad. Denominada como COVID prolongado, esta dolencia es de origen heterogénea y puede variar desde un solo síntoma hasta una afectación multiorgánica grave. Incluso, puede presentarse durante un corto periodo de tiempo o, bien, convertirse en una patología crónicamente debilitante.

Ante este escenario, la ciencia se ha esmerado en diagnosticar este estadío de la enfermedad correctamente y tratar de encontrar posibles tratamientos y opciones preventivas. Ahora, según un estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases, las personas que tomaron un medicamento económico para la diabetes, después de dar positivo en la prueba de COVID-19, tenían un riesgo 40% menor de contraer su versión prolongada.

A este primer ensayo de Fase III aleatorizado y controlado con placebo se lo llamó COVID-OUT. El objetivo fue probar un medicamento llamado metformina, que se desarrolló originalmente a partir de la flor de la lila francesa y ha sido el fármaco más común utilizado para tratar la diabetes tipo 2 en todo el mundo, durante décadas. Esto implica que ya demostró ser un medicamento es seguro, además de económico y ampliamente disponible.

La investigación convocó a 1126 personas con sobrepeso u obesas en los Estados Unidos, la mitad de las cuales recibió metformina y la otra mitad placebo en los días posteriores a la prueba positiva de COVID-19. Después de 10 meses, a 35 de los participantes que tomaron metformina se les diagnosticó COVID prolongado, en comparación con 58 del grupo de placebo, lo que representa una reducción del riesgo del 40 por ciento.

El ensayo se realizó entre diciembre de 2020 y enero de 2022, lo que significa que incluyó la variante Omicron, cuya investigación ha sugerido que causa COVID prolongado a un ritmo más bajo que las cepas anteriores.

 

Simple y efectivo

El equipo detrás del ensayo COVID-OUT había demostrado previamente que la metformina redujo el riesgo de visitas al departamento de emergencias, hospitalizaciones y muerte de los pacientes que habían contraído la infección en más del 40%. Carolyn Bramante, especialista de la División de Medicina Interna General en Universidad de Minnesota, y autora principal del nuevo estudio, sugirió que “los datos muestran que la metformina reduce la cantidad del virus SARS -CoV-2 en los pacientes”.

Los investigadores advirtieron que no probaron la metformina en personas que ya habían sido diagnosticadas con COVID prolongado, por lo que los hallazgos no significaban que pudiera usarse para tratar la afección.

El estudio también encontró que el fármaco antiparasitario ivermectina, que fue objeto de desinformación durante la pandemia, así como el antidepresivo fluvoxaminano previnieron la condición de long COVID.

Se estima que decenas de millones de personas han tenido esta variante prolongada de la dolencia, en el que numerosos síntomas, a veces debilitantes, duran o reaparecen tres meses después de la infección, para luego extenderse durante años. Los síntomas más comunes incluyen: fatiga, dificultad para respirar y una falta de claridad mental llamada niebla mental.

“El tratamiento ambulatorio con metformina redujo la incidencia de COVID de larga duración en aproximadamente un 41%, con una reducción absoluta del 4,1%, en comparación con el placebo. La metformina tiene beneficios clínicos cuando se usa como tratamiento ambulatorio para COVID-19 y está disponible en todo el mundo”, concluyó Bramante. Este estudio contó, además, con la participación de John B. Buse, David M. Liebovitz, Jacinda M. Nicklas, Michael A. Puskarich y Ken Cohen.

Durante toda la vida, nuestros hábitos alimenticios son uno de los elementos fundamentales que van condicionando el funcionamiento de nuestro organismo, nuestro potencial de desarrollo y salud en general. El tipo de alimentación que llevamos durante nuestros primeros años de vida es clave en la formación de nuestra microbiota intestinal, que es el conjunto de bacterias, levaduras, hongos, virus y otros microorganismos que se alojan en el intestino, y que cumple un rol clave para nuestra salud.

Destacados profesionales de la salud elaboraron un artículo que fue publicado recientemente en la revista de la Sociedad Argentina de Pediatría sobre la importancia de desarrollar una microbiota intestinal saludable desde el embarazo de la persona gestante, pasando por los primeros días de vida y hasta una etapa de posterior crecimiento. De toda la revisión sobre lo que se conoce al respecto hasta ahora, se destacan los siguientes aspectos desarrollados en el trabajo:

  1. Los primeros 1000 días: la etapa que va desde la concepción hasta los 2 años de vida constituye una inmejorable ventana de oportunidad para el desarrollo de una microbiota intestinal saludable.

“Este período es crucial para la programación inmunológica, la maduración y la prevención de enfermedades crónicas a futuro. Una microbiota saludable ayuda a regular la respuesta inmune y contribuye a proteger al individuo contra infecciones y enfermedades”, expresó Gabriel Vinderola, Doctor en Química, investigador principal del Instituto de Lactología Industrial (CONICET-UNL), docente de la Universidad Nacional del Litoral y uno de los autores del artículo.

  1. Alimentación durante el embarazo: posee un gran impacto en la microbiota intestinal del bebé. “Una alimentación adecuada, junto con la realización regular de actividad física, evitando la ingesta de alcohol y la autoprescripción de psicofármacos, son medidas que promueven un mejor desarrollo fetal. Los recién nacidos de madres con sobrepeso tienen una menor diversidad microbiana y una composición diferente de la microbiota en comparación con los recién nacidos de madres de peso saludable”, agregó el Dr. Vinderola.
  2. Diferencias según el tipo de parto: La composición de la microbiota difiere entre los bebés nacidos por parto vaginal y aquellos nacidos por cesárea. Los primeros ingieren lactobacilos vaginales saludables para fortalecer el desarrollo de la inmunidad del bebé, lo que ocurre en menor medida en el otro grupo.

“Cuando la cesárea tiene indicación médica, es indiscutible su necesidad. Sin embargo, el creciente número de cesáreas nos invita a poner en valor los beneficios del parto natural, siendo uno de ellos el pasaje por el canal de parto, que constituye la colonización por bacterias vaginales en el tracto digestivo del recién nacido”, puntualizó el Dr. Omar Tabacco, pediatra, ex Presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y coautor del mencionado artículo.

  1. Hora sagrada: inmediatamente luego del nacimiento, existe un período temprano ‘sensible’ durante el cual el contacto estrecho entre la madre y el recién nacido sano puede inducir efectos positivos a largo plazo en la interacción madre-hijo. El contacto piel a piel entre la madre y su hijo contribuye a estabilizar la respiración, la oxigenación, la temperatura y presión arterial del bebé, mantiene sus niveles de glucemia, reduce las hormonas del estrés, disminuye el llanto, incrementa el estado de alerta tranquila y promueve el inicio precoz de la lactancia materna.

“Existe evidencia de que el momento del inicio temprano de la lactancia, idealmente dentro de esa primera hora de vida (hora sagrada), es determinante para su continuidad y la reducción del riesgo de mortalidad, por lo que es pertinente promoverla”, subrayó el Dr. Tabacco.

  1. Leche materna: es fundamental para la nutrición del bebé y es determinante para establecer una microbiota intestinal óptima por su aporte de compuestos benéficos como las  bifidobacterias y los oligosacáridos. Reduce la incidencia de infecciones y el riesgo de desarrollar enfermedades inflamatorias.
  2. Seis meses de lactancia exclusiva: este es un objetivo deseable y alcanzable; se debe trabajar para lograrlo. De todos modos, cuando no es posible, la lactancia materna exclusiva durante períodos más breves también resulta valiosa. Estudios indican que la leche materna contiene más de 200 especies bacterianas, aportando más del 30% de las bacterias de la microbiota del bebé.

“La leche materna es el estándar de oro para el desarrollo de los bebés y niños pequeños y todos como sociedad debemos trabajar para que cada madre pueda amamantar a su hijo durante los primeros 6 meses y en forma complementada durante el tiempo que lo desee”, sostuvo el Dr. Tabacco.

  1. Alimentación complementaria: A partir de los 6 meses de vida, los requerimientos nutricionales comienzan a ser superiores a los aportados por la leche humana o una fórmula infantil, por lo que se hace necesario el inicio de la alimentación complementaria. Dada la incertidumbre sobre los riesgos y potenciales beneficios de iniciarla a los 4 meses, se recomienda mantener la lactancia exclusiva hasta los 6 meses y recién ahí, en diálogo con el pediatra, incorporar otros alimentos.

“Luego de la lactancia materna, la siguiente gran influencia sobre el desarrollo de la microbiota es la alimentación complementaria. Aquí cumple un rol crítico la calidad de los alimentos que se van incorporando”, aclaró el Dr. Vinderola.

Una alimentación rica en fibras (frutas, verduras, cereales integrales) y baja en grasas saturadas promueve una microbiota más diversa y abundante, con mayor producción de ácidos grasos de cadena corta, en la que predominan microorganismos adaptados a obtener energía y nutrientes de las fibras.

  1. No a la leche de vaca hasta el año: la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y el Ministerio de Salud de la Nación Argentina recomiendan no ofrecer leche de vaca a los niños menores de 1 año. Los lactantes alimentados con leche presentan una baja ingesta de hierro, ácido linoleico y vitamina E, y una ingesta excesiva de sodio, potasio y proteínas.

Tal como explicó el Dr. Tabacco, la leche de vaca, de otros mamíferos o las bebidas vegetales “no se deben ofrecer antes del año de vida debido al exceso y déficit de ciertos nutrientes. Además, dado que el contenido de oligosacáridos de la leche de vaca es significativamente menor y distinta su composición respecto de la leche humana, es probable que su consumo genere una microbiota diferente a la generada por la leche humana, y muy probablemente menos funcional”.

En este contexto, y ante la imposibilidad de la mamá para amamantar, existen leches de fórmula que contienen los nutrientes adecuados para la correcta alimentación del niño.

  1. Bióticos en fórmulas infantiles:Si bien la composición microbiológica y fisicoquímica, y el dinamismo en la sucesión de nutrientes y microorganismos, de la leche materna es imposible de reproducir en una fórmula, en los últimos 30 años se avanzó en el desarrollo de compuestos bioactivos (los probióticos, prebióticos, sinbióticos y postbióticos) capaces de otorgar algunas de las funcionalidades de la leche materna.

Los probióticos son microorganismos vivos capaces de conferir un efecto benéfico cuando se administran en cantidades adecuadas. Los prebióticos son ingredientes selectivamente fermentados por la microbiota del huésped. La combinación de probióticos y prebióticos se denomina sinbióticos, mientras que los postbióticos son preparaciones de microorganismos inanimados y/o sus componentes celulares que confieren un efecto benéfico en la salud.

También se han logrado sintetizar, o producir por fermentación microbiana, algunos de los oligosacáridos de la leche materna para ser adicionados a algunas fórmulas. Se espera que la complejidad de las fórmulas siga aumentando a medida que se conozca mejor cómo modular la microbiota intestinal mediante probióticos, prebióticos, sinbióticos y postbióticos.

Actualmente, algunos bióticos se encuentran en fórmulas para bebés sanos y, también, en aquellas especialmente diseñadas para bebés y niños con trastornos digestivos funcionales, como cólicos, regurgitación o constipación, o patologías como la alergia a la proteína de la leche de vaca, entre otras (estas ‘leches medicamentosas’ deben ser indicadas por el profesional de la salud y su cobertura está garantizada al 100% por la ley N° 27.305).

  1. Beneficios a largo plazo: “Tener una microbiota saludable, con el paso de los años, contribuye a una digestión más eficiente y a una mejor absorción de nutrientes. También puede ayudar a prevenir trastornos digestivos funcionales, el síndrome del intestino irritable, el estreñimiento o condiciones más complejas como la enfermedad inflamatoria intestinal, concluyó el Dr. Vinderola.

 

PerPiel, la línea de cuidado de la piel de Laboratorios Bernabó, lanza al mercado su Combo Hidratación Profunda, que incluye un cinturón exfoliante, un masajeador corporal, una emulsión corporal PerPiel Humectación Profunda y una hidratante PerPiel Facial con Vitamina A, ambas emulsiones están compuestas con Vitamina A, E y Alantoína, que contribuyen a mejorar la calidad y mantener la salud de la piel.

 

La Vitamina A y sus propiedades actúan en conjunto humectando y regenerando la piel, otorgándole mayor elasticidad, protegiéndola ante factores ambientales y nutriéndola profundamente.

 

En la vorágine que se vive en nuestra sociedad, tener unos minutos para uno, conectarse con lo esencial, resulta fundamental. La nueva línea de Perpiel te invita a reconectarte con vos y el cuidado de tu piel incorporando su nuevo combo a tu rutina. Es importante destacar que los buenos hábitos, la buena alimentación y la hidratación son factores necesarios para que tu piel luzca limpia y sana. 

 

El Dr. Simon Scarano, MN 151411, Médico Dermatólogo diplomado en Clínica Estética y Reparadora, vocero de Perpiel, sugiere “adoptar el bienestar como un estilo de vida, disfrutando el camino y haciendo hincapié en la pausa, dedicarte un tiempo como premisa, tratarte con amor. No hay resultados mágicos, el secreto radica en los hábitos. Todo lo que hagamos por nuestra piel y por nosotros hoy, será el resultado de cómo envejecemos”

 

También “recomienda sumar a la rutina de cuidados de la piel, la exfoliación, como método para ayudar a remover células antiguas, opacas y en algunos casos cargadas de pigmento, en caso de necesitarlo. La acumulación de estas puede apreciarse clínicamente como una piel poco luminosa, áspera, reseca, algunas veces manchada, en la cual se hace dificultosa la penetrancia de algunos activos. Es importante que el exfoliante se adapte a las características y las necesidades de cada piel”.

 

Y agrega: “exfoliando la piel, podrán observar que responde mejor al uso de hidratantes (estos van a poder llegar más profundamente y actuar sin una barrera física que se los dificulte, resultando en una piel hidratada en profundidad), más agradable tanto a la vista como al tacto”.

 

Perpiel recomienda optimizar el momento de la ducha para exfoliar la piel del cuerpo, hacer un masaje relajante con el cinturón exfoliante y terminar esta rutina con una hidratación profunda, logrando que tanto la piel del rostro como del cuerpo luzcan hidratadas y sedosas.

 

El Dr. Simon Scarano recuerda “que con el clima frío la piel tiende a resecarse, por lo que será importantísimo potenciar la hidratación, que ya de por sí es clave luego de la utilización de cualquier exfoliante”

 

Beneficios de la exfoliación:

  • Elimina las células muertas de la piel.
  • Ayuda a disminuir el riesgo de sufrir vellos encarnados.
  • Favorece la penetrancia de algunos activos
  • Disminuye la opacidad de la piel
  • Aumenta la luminosidad de la piel

 

 

Beneficios de la hidratación: 

  • Recupera la luminosidad natural.
  • Previene la sequedad.
  • Protege la piel de las agresiones externas.
  • Devuelve a la piel su elasticidad natural.
  • Retrasa la aparición de arrugas.
  • Disminuye el riesgo de sufrir algunos cuadros dermatológicos.

La Esteatosis Hepática No Alcohólica (EHNA -NASH) es un tipo de enfermedad del hígado graso, la cual ocurre cuando hay un exceso de grasa que se almacena en el hígado. Este padecimiento, que ha afectado a más de mil millones de personas en todo el mundo, se considera como la principal causa de muerte relacionada con el hígado en los últimos 20 años. Lo anterior, destaca la importancia de hacer una detección temprana para evitar que esta evolucione hacia fases más graves, que pueden ser irreversibles.

Una gran causante de las altas tasas de hígado graso, que hoy afecta hasta el 25% de la población adulta en el mundo, es la obesidad. Además, esta enfermedad puede inflamar y dañar el hígado hasta el punto de convertirse en una enfermedad hepática crónica, insuficiencia hepática e incluso cáncer de hígado. Estas repercusiones la han convertido en una pandemia silenciosa en Latinoamérica debido a la particularidad de que no presenten ningún síntoma. En Argentina, es la enfermedad hepática crónica más frecuente, afectando a 1 de cada 3 personas adultas.

¿Cómo prevenirlo?

  1. Realizar chequeos médicos de manera regular.
  2. Mantener un Índice de Masa Corporal (IMC) dentro del rango saludable.
  3. Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas.
  4. Limitar el consumo de alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares añadidos.
  5. Realizar ejercicio para mantener un estilo de vida activo.

El hígado merece atención y la prevención es la mejor medicina. Adoptar hábitos saludables, acompañados de una dieta balanceada y ejercicio regular, ayudará, sin duda, a tener un hígado más sano. Lo anterior, sin dejar de lado la importancia de mantener un chequeo médico constante. Adicionalmente, los pacientes requieren de herramientas médicas capaces de entregar la información necesaria. De allí que el diagnóstico temprano y preciso, acompañado de tecnologías innovadoras, marcará una diferencia significativa en cualquier ruta médica que deba seguirse.

Es importante no dejar de lado las innovaciones que se han realizado en el sector salud. Tener acceso a desarrollos tecnológicos permite acceder a mejores opciones y rutas de tratamiento. Las pruebas no invasivas y exámenes de laboratorio son una herramienta importante que ayudan a diagnosticar el hígado graso a tiempo, proporcionando todos los detalles necesarios para lograr una mejor toma de decisiones médicas. “Actualmente, existen sistemas de ultrasonido que permiten definir sí un paciente sufre de hígado graso de manera temprana, lo que ayuda a realizar un seguimiento progresivo de la enfermedad de forma fácil y rápida. En solo segundos y de forma muy sencilla, el ecografista puede conocer el porcentaje de infiltración grasa en el tejido hepático, aportando información concreta que permitirá al médico tratante definir el manejo más adecuado para cada paciente” destaca Paulo Pontes, director general de ultrasonido para Latinoamérica de Siemens Healthineers.

"El avance técnico y científico en la medicina ha permitido que hoy en día, existan pruebas de sangre poco invasivas, con una mayor precisión y que ofrecen resultados a los 20 minutos de su toma. Tal es el caso de la Prueba ELF, un análisis de sangre no invasivo que mide tres biomarcadores séricos, a partir de esta medición se puede establecer el riesgo de progresión de la fibrosis hepática" comentó Helida Silva, directora de Asuntos Médicos para Siemens Healthineers, Latinoamérica

Miércoles, 21 Junio 2023 12:55

Esclerosis lateral amiotrófica y síntomas

La Esclerosis Lateral Amiotrófica es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, causando pérdida del control muscular. A menudo se le llama enfermedad de Lou Gehrig, en honor al jugador de béisbol al que se le diagnosticó el padecimiento. Esta patología afecta el control de los músculos necesarios para moverse, hablar, comer y respirar.

El 21 de junio se decretó como el Día Mundial de la lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Una jornada que desea que se pueda conocer, investigar y desestigmatizar a pacientes y familias que la padecen. En diversas partes del mundo monumentos se iluminan de verde para concientizar a la sociedad sobre la necesidad fundamental de aumentar la esperanza de vida de quienes tienen ELA, ya que se cree que – desde que se diagnostica – la expectativa de vida es de dos a cinco años, aunque hay casos que muestran un deterioro más rápido.

“Es un trastorno neurodegenerativo implacablemente progresivo y actualmente no tiene cura. Antes de los 65 o 70 años, la incidencia de Esclerosis Lateral Amiotrófica es mayor en hombres que en mujeres, pero a partir de entonces la incidencia por sexos es igual. Es más comúnmente esporádica. Los casos genéticos representan solo el 10% de todos los tipos”, explicó la especialista.

Los síntomas pueden ser:

 

-    Espasticidad.

-    Fasciculaciones.

-    Atrofia muscular.

-    Debilidad muscular asimétrica de extremidades.

-    Dificultad para caminar o realizar actividades diarias normales.

-    Calambres musculares y espasmos en brazos, hombros y lengua.

-    Trastorno deglutorios y cambios en la articulación de la palabra.

-    Cambios cognitivos y de comportamiento como risa, llanto o bostezos inapropiados.

Los investigadores continúan estudiando las posibles causas. La mayoría de las teorías se centran en una interacción compleja entre los factores genéticos y ambientales. No existe una sola prueba que proporcione un diagnóstico definitivo. Generalmente, se hace un historial detallado de los síntomas observados por un médico durante el examen físico.

“Es posible que su médico pueda determinar si lo tiene al conocer sus síntomas y realizar un examen. Pero, probablemente, le hará pruebas al paciente, como una electromiografía("EMG"), para verificar qué tan bien están funcionando sus nervios y músculos. Es posible que también necesite otras pruebas para verificar que un problema diferente no esté causando sus síntomas, como una resonancia magnética para tomar imágenes de su cerebro y médula espinal y por otro lado un análisis de sangre y orina” aclara la neuróloga.

Existen medicamentos que pueden ayudar a retardar el progreso de la   enfermedad, y se acompañan de otros tratamientos como:

 

  • Soporte respiratorio: para este tratamiento, usa una máscara ajustada en la cara o la nariz. El aire y el oxígeno fluyen a través de la máscara para ayudarlo a respirar.
  • Sonda de alimentación: esta es una sonda pequeña y flexible que atraviesa la piel sobre el abdomen hasta el estómago. Luego puede recibir alimentos líquidos especiales y líquidos a través de la sonda directamente en el estómago.
  • Dispositivos para ayudar a caminar y hablar como: bastón, muletas o silla de ruedas motorizada; una computadora especial que "habla" por la persona y que se puede controlar con movimientos de manos u ojos.
  • Medicamentos para tratar los espasmos y la debilidad muscular, el babeo, los problemas para dormir, el dolor y la depresión.

 

 

Con el asesoramiento de la Dra. Daniela Sosa

Especialista en neurología de DIM CENTROS DE SALUD

MN: 151795 - MP: 337838

Ya está disponible en nuestro país el uso de un nuevo factor VIII recombinante pegilado de acción prolongada, denominado turoctocog alfa pegol. Debido a su vida media extendida, que es superior a otras opciones terapéuticas, reduce la cantidad de inyecciones al año. Además, demostró controlar el 97% de los sangrados agudos con una o dos dosis.

La hemofilia es un trastorno de la sangre; se trata mejorando su coagulación, principalmente sustituyendo el factor de coagulación ausente o defectuoso (factor VIII o factor IX, según si es hemofilia A o B), lo que ayuda a evitar y a controlar los sangrados. Se manifiesta con aparición de hematomas en diversas partes del cuerpo y sangrados, sobre todo en articulaciones (tobillo, rodillas y codo) y músculos. Los sangrados repetidos en las articulaciones pueden producir dolor y discapacidad.

“El uso de esta nueva medicación permite que los niveles de factor VIII en sangre permanezcan altos entre una dosis y la siguiente, contribuyendo así a reducir el riesgo de hemorragia y, por lo tanto, de potencial daño articular”, sostuvo la Dra. Virginia Canónico, Jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Guillermo Rawson.

El nuevo tratamiento ofrece una vida media de 19-22 horas en adolescentes y adultos con hemofilia (60% más prolongada que otros productos) y de 14.3 horas en menores de 12 años (85% más que otros), lo que permite reducir a la mitad la cantidad de infusiones para quienes necesitan una administración cada tres días, y un 40% menos para quienes lo hacen 3 veces por semana.

“Poder reducir la cantidad de infusiones al año es un aspecto muy valorado por los pacientes; les ahorra tiempo, mejoran su calidad de vida y, potencialmente, contribuye a la adherencia al tratamiento. Además, como en ocasiones la administración de la medicación es en el hospital, la reducción de la cantidad de infusiones contribuye a disminuir la carga sobre el sistema de salud”, explicó la Dra. Canónico.

El programa de ensayos clínicos PATHFINDER evaluó -en cinco estudios clínicos multicéntricos diferentes- la eficacia y seguridad a largo plazo del nuevo tratamiento en 270 niños, adolescentes y adultos con hemofilia A, lo que representó 80.425 días de exposición (889 años-paciente de tratamiento). Cerca del 30% de los adolescentes y adultos que participaron del estudio PATHFINDER 2 y el 19% de todos los niños del PATHFINDER 5 experimentaron cero hemorragias y pudieron mantener una buena calidad de vida durante el estudio.

Los resultados positivos obtenidos llevaron a la aprobación de esta medicación en Argentina y previamente en Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón, entre otros países.

Tratamiento preventivo

Tal como refiere la Federación Mundial de la Hemofilia en sus últimas guías de diagnóstico y tratamiento de 2020, la administración continua de medicación en forma preventiva (lo que se conoce como profilaxis) desde temprana edad es el tratamiento ideal del paciente con hemofilia severa y es el único capaz de prevenir el daño en las articulaciones.

Si bien los regímenes de tratamiento profiláctico habituales de la hemofilia requieren aproximadamente 3 o 4 inyecciones intravenosas por semana, el uso de la nueva medicación obtuvo resultados eficaces con regímenes menos frecuentes (1 o 2 veces a la semana) para la mayoría de los pacientes. Por lo tanto, los pacientes podrían beneficiarse potencialmente de inyecciones menos frecuentes y de los niveles mínimos más altos logrados con este nuevo tratamiento en comparación con otros factores VIII.

Qué es la hemofilia

Es un desorden hemorrágico hereditario y congénito, originado por mutaciones en el cromosoma X, caracterizado por la disminución o ausencia de la actividad funcional de los factores de coagulación VIII o IX. Es transmitida por la carga genética de la madre, aunque en un tercio de los casos surge sin antecedentes familiares. La hemofilia A (deficiencia del Factor VIII) se da en cerca de 1 cada 5.000 a 10.000 nacimientos y la de la hemofilia B (deficiencia del Factor IX) es de 1 cada 30.000 a 50.000.

Señales de alerta para sospechar la hemofilia

  • Recién nacidos que desarrollan hematomas musculares en los sitios de administración de vitamina K o vacunas, hemorragia o hematoma en la cabeza.
  • Niños con hematomas en glúteos o piernas al empezar a deambular
  • Niños con hemorragias persistentes, como ante corte traumático del frenillo del labio superior.

Los últimos datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican que se podrían salvar alrededor de 420 mil vidas al año en las Américas si se siguen 4 pequeños pilares: atención primaria de salud, reducir la sal, promover una dieta saludable y hacer actividad física. De hecho, la hipertensión afecta a 180 millones de personas en la región (18% de los adultos) y, como generalmente no presenta síntomas ni signos, el diagnóstico llega demasiado tarde. La hipertensión es el principal factor de riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. En Argentina, 4 de cada 10 personas desconoce si es hipertensa, de los cuales 43,3% son hombres y 30,3% son mujeres.

“El cloro y el sodio son minerales esenciales para múltiples funciones vitales de nuestro organismo, pero, como todo, especialmente el último, en exceso, pasa a ser nocivo. Ambos minerales juntos conforman una sal que se llama Cloruro de Sodio (Cl-Na) y como todos sabemos es “salada”. Fácil de reconocer en los alimentos como fiambres, embutidos, panadería, caldos en cubitos e infinidad de alimentos comercializados y por supuesto lo que contiene el salero” detalla el Dr. Sangiovanni. 

De hecho, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el consumo recomendado de sal no debe superar los 5 gramos por día (una cucharadita pequeña). Sin embargo, en Argentina se estima que el consumo promedio oscila entre los 10 y 12 gramos por día y la principal ingesta diaria de sal se da a través de alimentos ultraprocesados o procesados. “Esto es clave para que la sociedad pueda diferenciar entre la sal visible e invisible. No es lo mismo la sal que vertemos en la preparación de alimentos o en el plato ya servido que la sal invisible que ya está presente en alimentos procesados, por ejemplo, conservantes, saborizantes y leudantes químicos. Esta forma invisible de consumo es justamente la responsable del 70% del sodio que ingerimos cada día”.

El cambio de hábitos y su concientización es la clave. “Debemos acostumbrarnos a ‘nuevos sabores’ como el limón y especias que hacen que la transición sea menos compleja para quienes están acostumbrados a ingerir sal en exceso. Con solo cambiar algunos hábitos y aprender a combinar los diferentes tipos de alimentos, sabores e incluso colores, se puede hacer una gran diferencia para nutrir el organismo de forma saludable” aconseja el profesional.

“Además, debemos aprender a diferenciar entre sodio y sal.  El sodio es esencial para la vida. Nuestras células para sus funciones necesitan sodio, pero en la cantidad que se lo da la naturaleza. El problema es que el sodio se usa como conservante. Un alimento en una lata se pudriría en una semana en una góndola sin este. Entonces todos los alimentos procesados, conservados en sodio, por ejemplo, de panadería, gaseosas, pueden tener alta carga de sodio y no nos damos cuenta porque no es salado y no tiene gusto. La sal es cloruro de sodio, es una asociación de 2 minerales; cloro y sodio, donde el "malo de la película" es el sodio. Y la diferencia en la sal es que la reconocemos por el paladar”, explica Sangiovanni.

Por eso reducir la ingesta de sodio es la premisa y no sólo limitado a los pacientes hipertensos (base esencial del tratamiento por encima de lo farmacológico) sino para todos, ya que está comprobado que el exceso de su consumo por años predispone al inicio de la hipertensión arterial y aumenta el riesgo cardiovascular. Tal es la problemática que en los últimos años ha cambiado la visión en pediatría y adolescencia respecto al incremento de Hipertensión arterial, Obesidad y Diabetes 2 (del adulto).

El cáncer de próstata se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer de forma descontrolada. En Argentina, se diagnostican 11.686 casos al año, que corresponden al 18,7% de todos los tumores malignos en hombres. Al ser un tumor de crecimiento lento (en la mayoría de los casos) y que en etapas tempranas no suele provocar síntomas los controles de rutina son un aliado clave para la detección temprana.

Si bien se desconocen las causas que pueden causar cáncer de próstata, sí hay dos factores de riesgo que favorecen su desarrollo, ellos son la edad y los antecedentes familiares. Se considera que la edad es el principal factor de riesgo, por lo cual en Argentina se aconseja realizarse controles de rutina con un especialista urólogo a partir de los 50 años. En el caso de haber tenido un padre o hermano diagnosticados con esta enfermedad, se recomienda comenzar los controles a los 45 años ya que cerca de un 10% de los casos pueden darse como resultado de una predisposición genética o hereditaria..

Estos controles son fundamentales ya que, en etapas iniciales, el cáncer de próstata no suele causar síntomas, en cambio, en los casos más avanzados pueden dar señales como.:

  • Problemas al orinar, incluyendo un flujo urinario lento o debilitado o necesidad de orinar con más frecuencia, especialmente de noche.
  • Sangre en la orina o el semen.
  • Dificultad para lograr una erección (disfunción eréctil).
  • Dolor en las caderas, la espalda (columna vertebral), el tórax (costillas) u otras áreas debido a que el cáncer que se ha propagado a los huesos.
  • Debilidad o adormecimiento de las piernas o los pies, o incluso pérdida del control de la vejiga o los intestinos debido a que el cáncer comprime la médula espinal

“En los controles de rutina al paciente se le realiza un examen digito rectal (tacto rectal) y un análisis de sangre con el ´antígeno prostático especifico´ (PSA). Cuando el PSA solicitado y, sobre todo, el examen digito rectal que sigue siendo un examen fundamental, son sospechosos, se podría solicitar una resonancia magnética de próstata. Si se observa alguna lesión sospechosa en la glándula, se lleva a cabo una biopsia prostática que comprueba con exactitud la existencia de una patología oncológica”, explica el Dr. Jonatan Erasmo Bornia, Urólogo del Hospital Aeronáutico Central (MN 157348).

La biopsia de próstata es un procedimiento a través del cual se extraen pequeñas muestras del tejido prostático para ser analizadas bajo microscopio. “Para realizar el procedimiento es necesario solicitar un laboratorio de sangre y de orina, junto con una evaluación cardiológica. Se realiza en el quirófano, con una sedación anestésica, para que el paciente no sienta ninguna molestia. La punción se lleva a cabo bajo guía ecográfica y con una aguja de punción especial, para que estas muestras sean redituables”, detalla el Dr. Tosolini Esteban, Jefe de Servicio de Urología del Hospital Aeronáutico Central (MN 102093).

Esta técnica es ambulatoria y dura aproximadamente unos 10 minutos. Los resultados de la misma pueden arrojar la presencia o no de células cancerosas, así como también otras lesiones anormales que no necesariamente sean indicio de cáncer..

En el caso de que el diagnóstico sea positivo para células cancerosas, el médico aconsejará sobre todas las opciones de tratamiento viables, incluyendo sus objetivos y posibles efectos secundarios de acuerdo a:

  • La etapa y el grado de cáncer
  • Edad y expectativa de vida
  • Cualquier otra afección médica grave que pueda influir
  • La propia opinión del paciente sobre la necesidad de tratar el cáncer inmediatamente
  • La probabilidad de que ese tratamiento cure su cáncer (o que lo alivie de alguna manera)
  • Los posibles efectos secundarios de cada tratamiento

“Hay que tener en cuenta, que estamos hablando de una enfermedad silenciosa, es decir, que no genera síntomas salvo en etapas avanzadas y es una enfermedad que no se puede evitar, pero si realizamos los controles urológicos tempranos según las guías de recomendación, podemos detectarla en etapas iniciales y ofrecer al paciente tratamientos curativos”, concluye el Dr. Bornia.

Un diagnóstico a tiempo puede cambiar el curso de la enfermedad mejorando la calidad y expectativa de vida de los pacientes. Debido a que el cáncer de próstata puede no dar señales, es muy importante que las personas mayores de 50 años, o 45 años en caso de tener antecedentes familiares cercanos, opten por realizarse los controles médicos anualmente dejando de lado miedos y tabúes asociados.

El 11 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata, el tumor maligno más frecuente en el hombre según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En el mundo se diagnostican 413 mil nuevos casos al año y causa alrededor de 8500 muertes en el mismo periodo.

A nivel local, de acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer, se diagnostican más de 11.000 casos al año, lo que representa el 20% de los tumores malignos en varones y el 9 % de todos los cánceres. El 65% se diagnostican en estadios avanzados y la mortalidad (al 2020) fue 10.3 x 100.000 habitantes, siendo mayor en Tierra de Fuego, Misiones y Corrientes y el decil menor en Santiago del Estero, La Rioja, CABA y La Pampa, siguiendo datos del Servicio de Vigilancia Epidemiológica y Reporte del Cáncer (SIVER-Ca), y los registros de mortalidad de la Dirección de Estadísticas e Información de la Salud de 2022. Hasta el 2006 ha disminuido 0.5% por año y 2,7% desde allí en adelante.

En este sentido, La Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) invita a la comunidad a tomar conciencia sobre la importancia de la prevención, la visita regular al médico y la realización de estudios de rutina. “No se puede hacer prevención primaria, pero sí prevención secundaria, es decir diagnóstico precoz”, comentó el Dr. Carlos Silva, Coordinador Médico y del Área Psicosocial de LALCEC. “Si bien inicialmente se trata de una patología asintomática, existen algunos síntomas que sí aparecen cuando el tumor ya se encuentra en estado más avanzado. Algunos de estos síntomas son: orinar con sangre (hematuria), eyaculación con sangre, dificultades para orinar y dolores óseos”, agregó el especialista.

 

Los factores de riesgo son:

  • La edad avanzada: en general es más frecuentes a partir de los 50 años (el 81% de los pacientes son mayores de 65 años)
  • Es más frecuente en los afroamericanos.
  • Antecedentes familiares cercanos (padre, hermano, hijo) o antecedentes familiares de genes que aumentan el riesgo para cáncer de mama (BRCA1 y BRCA2) o antecedentes familiares significativos de cáncer de mama.

El Dr. Silva explicó que “Los controles de screening serían el examen digital rectal y el dosaje en sangre del PSA (antígeno prostático específico). Si bien el PSA puede ser más sensible, solo un 30% con valores anormales tienen cáncer de próstata, habiendo un 20% de falsos negativos y un 40% de falsos positivos”. “En general, los hombres son menos proclives que las mujeres a realizarse estudios de rutina, pero es fundamental que a partir de los 50 años de edad se realicen los controles señalados, ya que de diagnosticarse tempranamente esta patología, puede curarse”, finalizó el especialista.

A diferencia de lo que ocurría hace 5 años atrás, hoy la preservación de la fertilidad, en especial en las mujeres, ya constituye un tema difundido entre las más jóvenes, quienes recurren al congelamiento de óvulos un 20% más cada año en los diversos centros de fertilidad del país, de acuerdo con estimaciones de los especialistas de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR). No obstante, señalan, aún el 60% de las mujeres llega tarde a la consulta médica al momento de buscar concebir por primera vez, con edades por encima de los 35 años. Desarrollo profesional, falta de información, falsas creencias o también la existencia de determinadas patologías que atentan contra la posibilidad de tener un embarazo con gametos propios, son algunos de los motivos que generan esa consulta tardía.

“La mejor edad biológica para concebir hijos sigue siendo entre los 20 y 30 años; a partir de allí la fertilidad baja, acentuándose desde los 35 años la dificultad de lograr el embarazo de forma natural. No hay que perder de vista que, pese a toda la tecnología disponible y la mayor capacitación de los profesionales de los centros de reproducción, a partir de los 40 años la posibilidad de un embarazo con óvulos propios no supera el 15%”, señaló el Dr. Gabriel Fiszbajn, especialista en Medicina Reproductiva y presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER).

 

Por otra parte, en los casos de enfermedades como las oncológicas, cuyos tratamientos pueden comprometer la fertilidad a futuro, es de indicación precisa la criopreservación de gametos, tanto femeninos como masculinos. En estos casos, el procedimiento cuenta con cobertura por parte de las obras sociales y prepagas. De acuerdo con los especialistas, en estas situaciones hay que actuar rápidamente, porque existe una ventana de no más de un mes y a veces los tiempos de las obras sociales y prepagas se extienden y se pierde la posibilidad de congelamiento, aunque en general se consigue la cobertura, porque ya se tiene información y los sistemas sanitarios son sensibles a este tema.

 

“En estas situaciones con compromiso para la salud, es determinante contar con un muy buen asesoramiento para derivar rápidamente al paciente ante el hallazgo de alguna patología y así poder ofrecerle a tiempo la preservación de su fertilidad”, aclaró Ana Claudia Ceballos García, presidenta de la Asociación Civil Concebir.

 

Paralelamente, según informaron los especialistas de SAMeR, se viene registrando un incremento sostenido en las consultas por congelamiento de óvulos, lo que se conoce como criopreservación: “en nuestra práctica diaria observamos un aumento del orden de un 20% anual de los casos de congelamiento de óvulos; hace 5 años el promedio de edad para criopreservar gametos femeninos era de 38 o 39 años, mientras que actualmente ronda los 33 o 34”, consignó el Dr. Fiszbajn.

 

“Hay mucho del ‘boca en boca’ entre las mujeres, más información en los medios y las redes, y los ginecólogos también están informando enfáticamente sobre este tema y les indican a las jóvenes la realización de una evaluación de la reserva ovárica, entonces las ponen en alerta”, sostuvo por su parte el Dr. Agustín Pasqualini, Vicepresidente de SAMeR.

 

La reserva ovárica, que refiere a la cantidad de óvulos que posee la mujer en un momento determinado de su vida, es un concepto central al hablar del cuidado de la fertilidad. Las mujeres nacen con una determinada cantidad de ovocitos y, a medida que va pasando el tiempo, su número decae. A partir de los 35 años, se produce una disminución abrupta de esta reserva.

 

El Dr. Fabián Lorenzo, especialista en Medicina Reproductiva y Secretario de la Comisión Directiva de SAMeR, describió que los principales motivos por los cuales las personas -biológicamente hablando- llegan tarde a la consulta para concebir un hijo con gametos propios, son generalmente sociales y vinculados al desarrollo laboral y profesional.

 

“Si bien el hecho de buscar un embarazo a edades avanzadas también compromete la capacidad reproductiva del varón, la más afectada es la mujer, porque ve disminuida su reserva ovárica, esto no sería un problema si trabajáramos en la preservación y la previsión; acá es importante la planificación familiar”, refirió el Dr. Lorenzo.

 

En este sentido, el ginecólogo debe asesorar a aquellas parejas o personas que están por empezar a buscar un hijo a edad tardía, principalmente si tienen la idea de tener más de un hijo. En este caso, pueden guardar óvulos primero y luego intentar por la vía natural. “Pensemos que, si empiezan a buscar a los 38, consiguen su primer embarazo entre los 38 y los 39, toma 9 meses el embarazo, más la lactancia, no se busca el segundo antes de los 41; entonces si buscan a los 38, es conveniente guardar óvulos para que sea concreta la factibilidad de un segundo hijo”, afirmó el Dr. Lorenzo.

 

Por lo general, quienes llegan tardíamente a la consulta médica para poder concebir un hijo y reciben la noticia de que no será posible ser padre o madre con gametos propios, sufren un gran impacto emocional, agravado muchas veces por la sorpresa que causa la falta de información que tenían hasta ese momento.

 

“Dentro de las preguntas que más resuenan en la consulta psicológica en mi experiencia: ¿cómo nunca alguien me/nos mencionó algo al respecto?, ¿Cómo nunca me hablaron de la reserva ovárica para poder elegir? (En referencia a la criopreservación). Podemos decir entonces que aún existe escasa información o de carácter parcial por parte de los profesionales ginecólogos/as cuando son anualmente visitados por las mujeres para sus controles anuales en edades tempranas; y también desde lo social como por ejemplo frente a celebridades o actrices famosas que han decidido ser madres en edades avanzadas, donde, en función de la gran publicidad suponen que se trata de algo simple y todas pueden”, expresó la Lic. Gabriela Barontini, psicóloga perinatal, especialista en Reproducción Humana y Fertilidad Asistida, integrante del Equipo de Salud Mental de la Asociación Civil Concebir.

 

“Lo que sigue es tomar consciencia de que también esta situación es difícil y no se logra de un día para el otro: incluye varios y diversos tratamientos, cuestiones de índole económica, interconsultas, tiempo, considerando siempre el valor del factor tiempo. Luego comienza en paralelo el acompañamiento psicológico arduo, de aceptación y trabajo multidisciplinario con el objetivo de que el camino por transitar resulte lo más aliviado posible, pero cabe destacar que resulta de fundamental importancia trabajar en la Prevención y Planificación Familiar con el fin de evitar consecuencias dolorosas e inesperadas”, completó la Lic. Barontini.

 

En los hombres, también existe la creencia errónea de que conservarán la fertilidad toda la vida, información que muchas veces se ve abonada por la trascendencia de casos de celebridades que son padres a edades avanzadas; no obstante, también en ellos el paso de los años produce deterioro.

 

“Hay hombres que han logrado tener hijos a los 60, 70 u 80 años, pero son una minoría, porque va produciéndose un deterioro paulatino de la calidad del semen, además de otros factores que inciden en la afectación de la fertilidad como el alcohol, el cigarrillo y el estrés; inclusive impactan también temas vinculados a la performance sexual, que decae con los años. En los medios, conocemos los casos exitosos de hombres que fueron padres a edades avanzadas, pero habría que ver si estos hombres tan grandes no debieron recurrir a un tratamiento reproductivo, pero sobre esto en general no se habla; lo mismo pasa con las mujeres que quedan embarazadas de 50 años, que tienen un bebé y no cuentan el tratamiento que llevaron adelante, entonces las personas se confunden”, advirtió el Dr. Fiszbajn.

 

De acuerdo con lo indicado por el presidente de SAMeR, congelar óvulos les da tranquilidad a las mujeres, les quita presión sobre su edad reproductiva, aunque esta medida no puede tomarse como garantía de que va a transformarse en un bebé en el futuro.

 

“La chance de que los óvulos criopreservados terminen en un bebé son mayores cuanto más joven es la mujer que congeló los gametos. Una situación es congelar a los 33 años y otra a los 42 años; las chances van a ser muy diferentes: serán muy altas en una mujer de 33 y pobres en la de 42, no obstante, siempre es mejor congelar que no hacerlo”, concluyó el Dr. Fiszbajn.