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Un parche podría detectar enfermedades

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Un parche que proporciona información en tiempo real sobre el pH, la tasa de sudoración y los niveles de cloruro, glucosa y lactato del portador (J. Rogers, Northwestern University vía The New York Times) Un parche que proporciona información en tiempo real sobre el pH, la tasa de sudoración y los niveles de cloruro, glucosa y lactato del portador (J. Rogers, Northwestern University vía The New York Times)

Algún día dentro de poco, tal vez en menos de un año, podrás adherirte un parche suave y elástico en el brazo que te indique si estás deshidratado; o si tus electrolitos están peligrosamente desequilibrados; incluso si tienes diabetes.

Los monitores de actividad como Fitbit y el Apple Watch ya dan seguimiento a los pasos dados, la frecuencia cardíaca y los patrones de sueño. Sin embargo, tienden a ser rígidos y aparatosos, y en su mayoría reúnen métricas mecánicas, en vez de evaluar la biología subyacente de una persona.

En cambio, una nueva generación de dispositivos tienen como objetivo analizar el sudor en busca de varios químicos a la vez, lo que produce datos instantáneos en tiempo real de la salud o la condición física del portador. Estos dispositivos también se colocan contra la piel y son cómodos para todos, desde bebés prematuros hasta personas de edad avanzada. Una versión ya aparece en la publicidad de Gatorade.

El avance más reciente en esta tecnología, descrito el 18 de enero en la revista Science Advancesbrinda información en tiempo real del pH del portador, la frecuencia de sudor, así como los niveles de cloruro, glucosa y ácido láctico —los niveles altos de estos podrían indicar fibrosis quística, diabetes o falta de oxígeno—.

“Es parte de una tendencia más grande que se ve actualmente en medicina, que son enfoques personalizados y hechos a la medida para dar tratamiento y brindar cuidado médico”, dijo John Rogers, un ingeniero biomédico de la Universidad Northwestern en Illinois y el diseñador principal del dispositivo.

Se ha hablado de tecnología como esta desde hace años, pero el campo ha avanzado a pasos acelerados. Algunos dispositivos similares en desarrollo son suaves. Algunos usan sensores eléctricos para leer los químicos. Otros dependen de la colorimetría, en la que la intensidad del color en la lectura representa la concentración del químico que es monitoreado. El nuevo dispositivo ofrece todo eso en una forma que opera sin baterías y de manera inalámbrica.

“Esto luce como la primera versión en que integraron todo en un dispositivo”, dijo Martin Kaltenbrunner, un profesor de Ingeniería en la Joannes Kepler University Linz, en Austria, que no estuvo involucrado en la investigación. “El nivel de tecnología que está en este artículo es muy muy avanzada”.

El nuevo dispositivo tiene agujeros minúsculos en su base en los que el sudor fluye naturalmente. Desde ahí, una red compleja de válvulas y microcanales, cada uno apenas del grosor de un cabello humano, dirigen al sudor hacia depósitos diminutos. Cada depósito contiene un sensor que reacciona con un químico en el sudor, tales como glucosa o ácido láctico.

“Básicamente eso es todo”, dijo Rogers. “No hay nada que penetre la piel, y no hay fuente de poder que haga circular el flujo”.

El dispositivo depende de la misma tecnología que los celulares usan para enviar pagos inalámbricos; el teléfono puede tanto darle electricidad a través de su conector inalámbrico y recibe datos de regreso. De manera alternativa, los datos podrían ser enviados a un lector sujetado a una caminadora o cualquier parte en una sala de ejercicio —y, tal vez, a la larga, a un lector mucho más lejano—.

El sistema es versátil y podría ser configurado para monitorear el mismo químico, o varios, a lo largo del tiempo, tales como el nivel de ácido láctico en un corredor conforme hace un maratón. Debido a que el dispositivo es a prueba de agua y se amolda al cuerpo, también podría ser usado por nadadores para registrar su desempeño.

A la larga, el dispositivo se llenaría de sudor —lo cual no es muy higiénico— pero el sistema de canales puede ser separado con facilidad de la parte electrónica y cambiado, lo que le daría al dispositivo una mayor vida útil. “Este enfoque es especialmente bueno, esta construcción modular de sensores”, dijo Kaltenbrunner.

Para ser comercializado a gran escala, cualquier sensor que utilice el sudor necesitaría ser fabricado a bajo costo. Muchos equipos están concentrados en este objetivo debido al potencial de los dispositivos para transformar el cuidado de la salud, dijo Kaltenbrunner. “Si tengo que ir a la clínica una vez al día para que recopilen mi información, realmente no lo haría”, dijo Kaltenbrunner. “Pero eso solo significa portar un parche y ser capaz de automonitorearme, entonces a la larga este obstáculo será reducido”.

El equipo de Rogers ha comenzado a probar la tecnología como un método para detectar fibrosis quística, una condición genética poco común. Los médicos ya revisan las concentraciones de cloruro en el sudor para identificar a niños con la condición, pero típicamente usan un dispositivo rígido e incómodo que se ajusta de manera ceñida en el brazo del niño para tomar una sola medida.

En 2017, otro equipo describió un sensor flexible y ponible que también analiza el cloruro en el sudor para detectar fibrosis quística. Pero ese sensor es operado con baterías y no captura volúmenes separados de sudor como lo hace el dispositivo de Rogers.

“Realmente lo que se necesita es inteligencia de datos para la salud humana”, dijo Ali Javey, un miembro del equipo que propuso el sensor previo y un profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática en la Universidad de California, campus Berkeley. El dispositivo inventado por Rogers “es realmente importante”, dijo Javey, porque es “cómodo para ponérselo, tiene diferentes modalidades de sensores y es fuerte”.

El equipo de Rogers ha estado probando su dispositivo con niños que padecen fibrosis quística, en el Hospital Infantil Lurie de Chicago. Ellos están en las últimas etapas de un ensayo clínico y planean solicitar la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Un mercado mucho más grande para los sensores yace en ayudar a aproximadamente treinta millones de personas con diabetes en Estados Unidos a monitorear sus niveles de glucosa. El sensor para diabéticos más avanzado, aprobado por la FDA en 2017, es un parche suave para la piel conectado a un pequeño lector, y depende de pequeñas agujas que perforan la piel para monitorear la glucosa en la sangre.

El dispositivo ideal no involucraría agujas o la extracción de sangre. Sin embargo, para usar sudor, los científicos primero necesitan aprender más de él —cómo varía la frecuencia de sudoración entre los individuos, cómo bioquímicos diferentes llegan al sudor y qué tan bien esos niveles reflejan la glucosa en la sangre—.

“Necesitamos retroceder y ser cuidadosos al pensar sobre cómo podemos darle sentido a lo que estamos midiendo”, dijo Carlos Milla, colaborador de Javey y un profesor de Pediatría en la Universidad de Stanford.

El nuevo estudio subraya la preocupación de Milla. El dispositivo midió glucosa en el sudor, pero los resultados indicaron que no era una buena representación de la glucosa en la sangre. Los niveles de la glucosa en el sudor reflejan la glucosa en la sangre de entre treinta y sesenta minutos antes, un desfase demasiado largo para ayudar a los diabéticos.

“Indica que esto podría no ser tan simple como uno inicialmente habría esperado”, dijo Rogers. Agregó que la glucosa del sudor podría ser más útil como una métrica para detectar diabetes que para monitorear en tiempo real los niveles de glucosa.

Rogers también está trabajando junto a colaboradores para desarrollar sensores para urea y creatinina, los cuales son indicadores de qué tan bien están funcionando los riñones, y para crear gráficas para registrar el progreso de las personas que están en rehabilitación después de un derrame cerebral. Otros laboratorios, como el dirigido por Wei Gaoen Caltech, están intentando desarrollar sensores para condiciones de salud mental, incluida la depresión.

El progreso en muchos de estos frentes es probable que sea rápido. En noviembre de 2016, Rogers describió una visión anterior de su dispositivo que usaba análisis de colorimetría del sudor. Semanas después, estaba en conversaciones con Gatorade y L’Oreal para adaptar la tecnología. En diciembre, Gatorade estrenó un comercial en el que aparece Serena Williams e insinuó sobre una futura línea de productos basada en la naturaleza del sudor de las personas. Y L’Oreal promueve una pequeña calcomanía que monitoreará la hidratación de la piel. (El dispositivo de Rogers también fue incluido en una exhibición del Museo de Arte Moderno de Nueva York, y desde entonces se ha convertido en parte de la colección permanente).

“Demuestra qué tan rápido puede ocurrir esto”, dijo Rogers. “Dos, tres años es un cálculo muy conservador”.

c.2019 New York Times News Service

Fuente: Clarin Salud

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