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El informe detalla las variadas formas en que los farmacéuticos pueden contribuir a mejorar la cobertura de vacunación, como la cadena de suministro y la gestión de existencias, el almacenamiento, el mantenimiento de registros, la facilitación de turnos y la administración de vacunas, pero también hace hincapié en su importante función educativa y de asesoramiento. “La promoción de la vacunación debe formar parte de la práctica diaria de los farmacéuticos comunitarios. Los farmacéuticos deben estar equipados con la capacitación y las herramientas adecuadas para comunicarse de manera efectiva y proporcionar recomendaciones basadas en evidencia a las poblaciones con el fin de apoyar la adopción de la vacuna”, señala Gonçalo Sousa Pinto, editor del manual y responsable del área de Desarrollo Profesional y Transformación de la Práctica de la Federación Farmacéutica Internacional.

 

El reporte brinda orientación sobre la implementación de una variedad de servicios de vacunación farmacéutica, pautas de seguridad y respuestas a preguntas frecuentes sobre vacunas.

 

“No todas las funciones descritas en el manual están actualmente abiertas a los farmacéuticos en todos los países; por ejemplo, el acceso de los farmacéuticos a los registros de vacunación todavía no es una práctica generalizada en todo el mundo, pero con este manual, la FIP tiene como objetivo apoyar la expansión y el desarrollo de las funciones de los farmacéuticos con el fin de aumentar la cobertura de vacunación en todo el mundo”, afirma el Sr. Sousa Pinto.

Este informe, que también relevó datos sobre el servicio en la Argentina, se suma a una variedad de recursos desarrollados por la FIP para transformar la vacunación a través de la farmacia y contribuir a la Agenda de Inmunización 2030 de la Organización Mundial de la Salud y el Plan de Acción Mundial sobre Vacunas 2011-2020. Incluye una colección de evidencia y pautas para el desarrollo de servicios de vacunación, un informe sobre las funciones de farmacia en vacunación, y una herramienta de autoevaluación regulatoria para promover los servicios de farmacia en esta área.

Datos

La vacunación basada en farmacias está disponible actualmente en al menos 36 países, 16 más que lo informado en un estudio anterior realizado en 2016.

Cerca de 18 mil millones de personas pueden acceder a servicios de inmunización en farmacias comunitarias alrededor del mundo –casi el doble que en estudio anterior-.

La administración de vacunas por farmacéuticos está autorizada en 26 países, en comparación con 13 que estaban autorizados en 2016. Sin embargo, 66 países en el relevamiento (dos tercios del total) no tienen vacunación basada en farmacias, por lo que queda un largo camino por recorrer.

16 de esos 66 países están proponiendo o desarrollando políticas de vacunación basada en farmacias. La mayoría estima que el cambio debería concretarse en 1 a 5 años. Si esos cambios se concretan, el número de países con vacunación basada en farmacias aumentaría a 52 en los próximos años.

En 50 países aún no hay indicios de que pueda haber vacunación basada en farmacias a futuro.

Las farmacias participan de la administración de 36 tipos diferentes de vacunas en el mundo, la más común, la de la influenza (94% de los encuestados), Hepatitis B 61%) y tétanos (58%).

Los farmacéuticos no tienen acceso a los registros de vacunación en la mayoría de los territorios (67% de los encuestados), lo que es lamentable.

Los servicios de vacunación son pagados por los usuarios en la mayoría de los países. Diez encuestados respondieron que el servicio es retribuido por el sistema de salud pública y cinco por sistemas de salud privados. En seis casos el servicio es provisto en forma gratuita al paciente o al sistema de salud (el costo es asumido por la farmacia).

Los mecanismos de retribución están ligados a políticas y estrategias para promover la equidad en el acceso a vacunas y para alcanzar altos porcentajes de cobertura de vacunación.

La retribución por los servicios de inmunización fue percibida como muy importante por el 78,4% de los encuestados.

Limitaciones al desarrollo del rol de los farmacéuticos en vacunación

La aceptación limitada y falta de apoyo al rol de los farmacéuticos como vacunadores por parte de gobiernos y otras profesiones de la salud es percibida como la barrera más importante.

La falta de apoyo para el financiamiento por parte de los sistemas de salud es una limitación importante. El apoyo financiero es un componente significativo de la sustentabilidad del servicio.

Se percibieron importantes diferencias entre países en cuanto a las barreras al servicio de vacunación en farmacias. Por ejemplo, algunos encuestados reportaron falta de demanda o de aceptación por parte de los pacientes. Pero mientras esto fue reportado por 18 países que no tienen el servicio de vacunación en farmacias (30%), solo 1 informó esta barrera en los países que sí tienen el servicio. Esto sugiere que una vez implementado el servicio, los pacientes reconocen su valor y lo buscan activamente.

Lo mismo sucede con las limitaciones relacionadas a la falta de confianza por parte de los farmacéuticos (43% en países sin el servicio vs. 19% en aquellos con el servicio). Las limitaciones parecen superarse una vez que se establece regulación y se implementa el servicio.

 

Fuente: COFA

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Durante la última década se ha acumulado evidencia de que la vacuna contra el sarampión protege de dos maneras ya que, no solo previene la enfermedad aguda que con frecuencia envía a los niños al hospital, sino que también parece proteger contra otras infecciones a largo plazo. Los investigadores han descubierto ahora el mecanismo y el alcance de la amnesia inmune inducida por el sarampión a raíz de la infección.

Algunos investigadores han sugerido que la vacuna da un impulso general al sistema inmune. Otros plantearon la hipótesis de que los efectos protectores extendidos de la vacuna provienen de la prevención de la infección por sarampión.

Según esta teoría, el virus puede dañar la memoria inmune del cuerpo, causando la llamada amnesia inmune. Al proteger contra la infección de sarampión, la vacuna evita que el cuerpo pierda u “olvide” su memoria inmune y preserva su resistencia a otras infecciones.

Investigaciones anteriores insinuaron los efectos de la amnesia inmune, mostrando que la supresión inmune después de la infección por sarampión podría durar hasta dos o tres años. Sin embargo, muchos científicos aún debaten qué hipótesis es correcta ya que, si la amnesia inmune es real, cómo sucede exactamente y cómo es de grave.

Ahora, un estudio de un equipo internacional de investigadores dirigido por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard, el Hospital Brigham and Women’s y la Escuela de Salud Pública de Harvard TH Chan, publicado en la revista ‘Science’, proporciona respuestas.

Los investigadores muestran que el virus del sarampión elimina del 11 al 73 por ciento de los diferentes anticuerpos que protegen contra las cepas virales y bacterianas a las que una persona era previamente inmune, desde la gripe hasta virus del herpes o bacterias que causan neumonía e infecciones de la piel.

Entonces, si una persona tenía 100 anticuerpos diferentes contra la varicela antes de contraer sarampión, podría salir de tener sarampión con solo 50, reduciendo a la mitad su protección contra la varicela. Esa protección podría disminuir aún más si algunos de los anticuerpos perdidos son defensas potentes conocidas como anticuerpos neutralizantes.

El estudio es el primero en medir el daño inmune causado por el virus y subraya el valor de prevenir la infección por sarampión mediante la vacunación

“La amenaza que representa el sarampión para las personas es mucho mayor de lo que imaginamos anteriormente –apunta el autor principal Stephen Elledge, profesor de Genética y Medicina Gregor Mendel en el Instituto Blavatnik de la Facultad de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham and Women’s–. Ahora entendemos que el mecanismo es un peligro prolongado debido a la eliminación de la memoria inmune, lo que demuestra que la vacuna contra el sarampión es aún más beneficiosa de lo que sabíamos”.

El descubrimiento de que el sarampión agota los repertorios de anticuerpos de las personas, destruyendo parcialmente la memoria inmune a la mayoría de los patógenos encontrados anteriormente, respalda la hipótesis de la amnesia inmune.

“Esta es la mejor evidencia hasta ahora de que existe amnesia inmune e impacta nuestra memoria inmune de buena fe a largo plazo”, agrega Mina, quien descubrió por primera vez los efectos epidemiológicos del sarampión en la mortalidad infantil a largo plazo en un artículo de 2015.

El trabajo del equipo fue publicado simultáneamente con un artículo de un equipo separado en ‘Science Immunology’ que llegó a conclusiones complementarias al medir los cambios en las células B causados por el virus del sarampión. Un editorial acompañante en ‘Science Immunology’, escrito por Duane Wesemann, profesor asistente de medicina de la Facultad de Medicina de Harvard en el Hospital Brigham and Women’s, contextualiza ese estudio.

Elledge, Mina y sus colegas descubrieron que aquellos que sobreviven al sarampión recuperan gradualmente su inmunidad previa a otros virus y bacterias a medida que se vuelven a exponer a ellos. Pero debido a que este proceso puede llevar meses o años, las personas siguen siendo vulnerables mientras tanto a las complicaciones graves de esas infecciones.

A la luz de este hallazgo, los investigadores dicen que los médicos pueden considerar fortalecer la inmunidad de los pacientes que se recuperan de la infección por sarampión con una ronda de inyecciones de refuerzo de todas las vacunas de rutina anteriores, como la hepatitis y la poliomielitis.

“La revacunación después del sarampión podría ayudar a mitigar el sufrimiento a largo plazo que podría derivarse de la amnesia inmune y la mayor susceptibilidad a otras infecciones”

Según la Organización Mundial de la Salud, el sarampión, una de las enfermedades más contagiosas conocidas por la humanidad, mató a 2,6 millones de personas de media cada año antes de que se desarrollara una vacuna.

La vacunación generalizada ha reducido el número de muertes pero la falta de acceso a la vacuna y la negativa a vacunarse significa que el sarampión todavía infecta a más de 7 millones de personas y mata a más de 100.000 cada año en todo el mundo, informa la OMS, y los casos están en aumento, triplicándose a principios de 2019.

Investigaciones epidemiológicas previas sobre la amnesia inmune sugieren que las tasas de mortalidad atribuidas al sarampión podrían ser aún mayores, representando hasta el 50 por ciento de toda la mortalidad infantil, si los investigadores tuvieran en cuenta las muertes causadas por infecciones causadas por los efectos devastadores del sarampión en la inmunidad.

Este nuevo descubrimiento fue posible gracias a ‘VirScan’, una herramienta de Elledge y Tomasz Kula, estudiante de doctorado en Elledge Lab, desarrollado en 2015. Detecta anticuerpos antivirales y antibacterianos en la sangre que resultan de encuentros actuales o pasados con virus y bacterias, dando una imagen general del sistema inmune.

Los autores destacan que los efectos observados en el estudio actual ocurrieron en niños previamente sanos. Debido a que se sabe que el sarampión afecta mucho más a los niños desnutridos, el grado de amnesia inmune y sus efectos podrían ser aún más graves en poblaciones menos saludables.

“El niño promedio podría salir del sarampión con una ‘abolladura’ en su sistema inmunológico y su cuerpo podrá manejar eso –ejemplifica Elledge–. Pero los niños al límite, como aquellos con infección grave de sarampión o deficiencias inmunes o aquellos que están desnutridos, tendrán serios problemas”.

Los resultados se alinean con décadas de investigación. Asegurar la vacunación generalizada contra el sarampión no solo ayudaría a prevenir las 120.000 muertes que se atribuirán directamente al sarampión solo este año, sino que también podría evitar potencialmente cientos de miles de muertes adicionales atribuibles al daño duradero del sistema inmune, recuerdan los autores.

“Esto destaca la importancia de comprender y prevenir los efectos a largo plazo del sarampión, incluidos los efectos silenciosos que han pasado desapercibidos para los médicos y los padres –advierte Mina–. Si su hijo contrae el sarampión y luego contrae neumonía dos años después, no necesariamente los uniría, pero los síntomas del sarampión en sí pueden ser solo la punta del iceberg”.

Fuente: Europa Press / COFA

 
 
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