Hoy en Revista Dosis

Mostrando artículos por etiqueta: golpes de calor

En días de altas temperaturas, el exceso de exposición al sol en las horas de mayor radiación (entre las 10 y las 16hs) sumado a la falta de reposición de líquidos y al uso de ropa inadecuada , producen aumento de la temperatura corporal y deshidratación, sobre todo en los niños menores de 1 año, quienes constituyen una de las poblaciones más susceptibles, ya que no tienen desarrollado plenamente el mecanismo de regulación de la temperatura corporal, presentan una mayor sudoración y no manifiestan su sensación de sed.

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría, recomiendan estar atentos a síntomas como cefaleas, mareos, irritabilidad, decaimiento, debilidad muscular, sequedad de mucosas (labios, boca, lengua) acompañadas de aumento de la temperatura corporal y enrojecimiento facial y corporal. También a síntomas gastrointestinales como inapetencia, sed intensa, náuseas, vómitos y tendencia al sueño.

Algunas de las recomendaciones de los especialistas para proteger a los más pequeños son hidratarlos y refrescarlos permanentemente, evitar la exposición al sol, usar ropas livianas holgadas y de colores claros, y sombreros de ala ancha.

En los mayores de 6 meses, usar protectores solares con factor 30 o superior (de amplio espectro, contra los rayos UVA y UVB) y colocarlos 30 minutos previos a la exposición, esparcirlos en toda la superficie corporal y reiterar cada 2 horas y después de los baños.

En opinión de la Dra. Noemí D’Artagnan, médica pediatra y Secretaria del Comité de Pediatría Ambulatoria de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), “es indispensable la reposición adecuada de líquidos: en los lactantes menores de 6 meses con lactancia materna exclusiva, aumentar la frecuencia de amamantamiento y en los más grandes hidratarlos con agua segura y fresca (potable o hervida fría) y jugos frutales naturales. Ante altas temperaturas, debe incrementarse el aporte de líquidos entre un 20 y un 50 por ciento por encima de lo habitual para reponer las pérdidas por sudoración”.

Ante la aparición de alguno de los síntomas de insolación o golpe de calor, la Dra. Vanina Stier, pediatra y Pro-Secretaria del Comité de Pediatría Ambulatoria de la SAP, aconsejó favorecer la reposición adecuada de líquidos, poner a los pequeños en lugares frescos y ventilados, sacar ropas y refrescar con abundante agua la cabeza, el cuello y toda la superficie corporal y, sobre todo en los más pequeños, concurrir al centro asistencial más cercano para su evaluación.

Pero ambas especialistas alertaron también que, epidemiológicamente, en época estival son habituales los síndromes diarreicos con circulación viral, predominantemente en lactantes y niños pequeños, y diarreas bacterianas estivales más frecuentes en niños mayores por los hábitos de alimentación. Otros factores que favorecen la presentación de diarreas son agua y alimentos contaminados, inadecuado manejo de pañales o viajes a lugares endémicos.

Estas diarreas pueden contribuir a generar cuadros de deshidratación y se expresan con síntomas como intolerancia a los líquidos, vómitos, fiebre y mayores pérdidas por deposiciones frecuentes. También sequedad de mucosas, disminución de las micciones (pañales secos), decaimiento, irritabilidad y somnolencia.

“Las principales medidas de prevención para evitar las diarreas estivales son mantener la lactancia materna en niños pequeños que la reciben y medidas de higiene alimentaria como lavado frecuente de manos, consumir agua potable segura o hervida, asegurarse de que se mantenga la cadena de frío en aquellos alimentos que lo requieran, cocinar bien las carnes, lavar adecuadamente frutas y verduras y consumirlas preferentemente sin cáscara. También usar utensilios de cocina solo para carnes y evitar compartirlos con otros alimentos”, consignó la Dra. D’artagnan.

“Una vez producidas, en primer lugar es necesario evaluar el estado de hidratación del paciente, que -dependiendo de la edad- puede implicar mayor riesgo. Los niños pequeños son más proclives a perder líquidos y electrolitos por su metabolismo y superficie corporal. Se recomienda reponer con líquidos de ser posible probando tolerancia oral, agua –fundamentalmente- o sales de rehidratación oral y sostener la lactancia materna en aquellos niños que se encuentren recibiéndola”, concluyó la Dra. Stier.

Fundada el 20 de octubre de 1911, la Sociedad Argentina de Pediatría (www.sap.org.ar) es una de las instituciones científicas de mayor antigüedad en el país. Congrega a los médicos pediatras y a interesados en el estudio y la atención del ser humano en su período de crecimiento y desarrollo.

Su independencia de intereses sectoriales y coyunturales la ha convertido en una entidad asesora de gobiernos, universidades y distintas organizaciones de la comunidad en el área materno infanto-juvenil.

El destino y el trabajo de la Sociedad Argentina de Pediatría se construyen diariamente con el esfuerzo mancomunado de sus más de 17.000 asociados, a través de 45 Filiales y 4 Delegaciones organizadas en 9 Regiones. Los profesionales que la integran aportan su esfuerzo solidario en pos de los objetivos societarios sólidamente ligados a la causa de la infancia.

El lema de SAP “por un niño sano en un mundo mejor” señala no sólo la mirada integradora de la pediatría, sino su compromiso con una realidad histórico-social que le confía su futuro.

La SAP, a través de su cooperación con otros organismos internacionales (como UNICEF y OPS) y su integración a la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE) y a la Asociación Internacional de Pediatría (IPA), y el Foro de Sociedades de Pediatría del Cono Sur (FOSPECS), participa del movimiento pediátrico mundial.

Publicado en Noticias

A partir del alerta naranja en Ciudad de Buenos Aires y alrededores y el alerta amarillo en Rosario, emitidos por el Servicio Meteorológico Nacional para el día de hoy, el Ministerio de Salud de la Nación difunde algunas recomendaciones para evitar golpes de calor, especialmente para los bebés, los niños pequeños; los mayores de 65 años y las personas con enfermedades crónicas.

La cartera sanitaria nacional recomienda consumir mucho líquido, preferentemente agua fresca durante todo el día, aun si no se tiene sed, así como también evitar el consumo de infusiones calientes, bebidas alcohólicas y aquellas con mucha azúcar.

Además, el Ministerio de Salud sugiere que tanto niños como adultos mayores eviten exponerse al sol, especialmente entre las 10 y las 16, que permanezcan en lugares frescos y consuman frutas y verduras como principal fuente de alimentación. A su vez, se aconseja utilizar ropa clara y fresca.

En relación a los niños y niñas menores de 6 meses, es conveniente que la madre ofrezca el pecho con más frecuencia que la habitual. Para los niños mayores de 6 años, se recomienda ofrecerles bebidas en forma constante, aunque no lo pidan, como forma de evitar la deshidratación.

El golpe de calor se produce por la pérdida de agua y sales esenciales que el cuerpo humano necesita para el buen funcionamiento. Entre sus síntomas, pueden presentarse fiebre, sed intensa, sensación de calor sofocante, piel seca, dolor de estómago, falta de apetito y náuseas, dolor de cabeza, mareos e incluso desmayo. En los bebés, también puede observarse la piel irritada por la transpiración en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y en la zona del pañal, irritabilidad y llanto.

En caso de que aparezcan síntomas es importante concurrir al médico; intentar baja la temperatura del cuerpo con paños fríos o con un baño en agua helada; ingerir agua; permanecer en un lugar fresco y ventilado y no consumir medicamentos antifebriles.

Si bien cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, los más vulnerables son los bebés; los niños pequeños; los mayores de 65 años de edad y quienes padecen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas; hipertensión arterial; obesidad y diabetes.

Publicado en Noticias