“Enfermarse hoy de leucemia es muy diferente a haberlo hecho 15 años atrás. Para varios tipos de esta enfermedad estamos viviendo unos avances sin precedentes. Cada vez somos más optimistas, porque vemos que se sigue mejorando el pronóstico de estas complejas enfermedades oncohematológicas”, sostuvo Fernando Piotrowski, Director Ejecutivo de la Asociación Leucemia Mieloide Argentina, y paciente con un tipo de leucemia.
La linfocítica crónica es el tipo de leucemia más frecuente en adultos, representa más del 30 por ciento de los casos. En el Congreso Europeo de Hematología (EHA), que tuvo lugar días atrás en Ámsterdam, se dieron a conocer resultados de una investigación que abre un nuevo capítulo en los avances contra esta enfermedad. Demostró que una combinación de medicamentos –libre de quimioterapia- permite obtener la remisión de la enfermedad en menos de un año. En otros países, esta combinación ya se puede indicar como ‘primera línea’, es decir, que el profesional no debe esperar a que el paciente falle a otras terapias antes para indicar su administración.
“Los pacientes estamos todo el tiempo detrás de cada avance científico que nos permita controlar la enfermedad que tenemos, nos mejore la calidad de vida y el pronóstico. Sabemos que son condiciones complejas, pero afortunadamente, estamos en la era de los avances médicos constantes. Cada 6 meses tenemos mejores noticias. Esperamos que este avance significativo que estamos conociendo sea una realidad para Argentina en el futuro cercano”, agregó el Director Ejecutivo de ALMA.
Todos los medicamentos tienen potenciales efectos adversos y es parte ineludible del tratamiento. De todos modos, los tratamientos cada vez van más dirigidos a donde se desencadena la enfermedad, impactando mínimamente en otras áreas o procesos del organismo.
“De hecho, para varias enfermedades oncológicas de la sangre, y la leucemia linfocítica crónica es un claro ejemplo, hay esquemas terapéuticos que ya no incluyen la quimioterapia. Entonces, muchas veces los pacientes pueden seguir con su vida normal, no interrumpir su trabajo, no verse disminuidos físicamente y evitar todas las complicaciones que la quimio origina por el riesgo aumentado de infecciones”, subrayó el Sr. Piotrowski.
La quimioterapia ha sido muy favorable en diversos tipos de cáncer y sigue siendo el tratamiento de elección en muchas ocasiones. Sin embargo, cada vez aparecen más opciones terapéuticas que evitan su indicación, lo que es muy valorado por los pacientes.
Tal como describió Fernando Piotrowski, “esta leucemia ya se define como crónica porque su avance es lento, a diferencia de las agudas, cuyo desarrollo es súbito. Hoy por hoy, además, en LLC se la ha logrado alcanzar la remisión completa, ya no se espera que avance, sino que se empieza a pensar en un futuro con un control total de la enfermedad, algo impensado sólo una década atrás”.
Quienes conforman ALMA acompañan día a día a los pacientes que presentan leucemias. Les brindan apoyo, contención y asesoramiento. Además, buscan llevar un mensaje esperanzador, porque en la actualidad el cáncer es una enfermedad a la que no hay que tenerle miedo, “no debe ser un tabú y tiene que empezar a poder hablarse del tema con naturalidad”, sostienen.
El cáncer o, en este caso, las enfermedades oncológicas de la sangre, no son sinónimo de muerte, todo lo contrario.
"Nadie elegiría de antemano tener que pasar por ellas, pero ofrecen una oportunidad para replantearse muchos aspectos de la propia vida, vivir mejor, valorar lo importante, mirar la vida con otros ojos y asumir el desafío de tener una actitud esperanzadora, más cuando hay muchas razones concretas para hacerlo”, reconoció Piotrowski.
La leucemia linfocítica crónica presenta algunas particularidades. Un tercio de los pacientes nunca necesitará tratamiento. Otro tercio no necesitará tratamiento inmediatamente, pero deberá realizarse controles para ver en qué momento la enfermedad avanza y es necesario tratarla. El último tercio necesitará tratamiento tras el diagnóstico. Como no presenta síntomas específicos, en la mayoría de los casos, se detecta en forma incidental en chequeos de rutina.
“La importancia del diagnóstico radica en que el paciente esté controlado y, cuando lo necesite, reciba el tratamiento que su médico considere, y que sea el que mejores resultados le permita alcanzar”, añadió Piotrowski.
Entre las principales preocupaciones que suelen manifestar los pacientes, se encuentran las dudas acerca de los efectos secundarios del tratamiento: si van a sufrir cambios corporales, cómo se van a sentir y si podrán mantener su vida normal. Esto grafica la importancia del desarrollo de nuevas terapias -libres de quimioterapia- que tienen un impacto mucho menor en la calidad de vida.
El trabajo publicado en Journal of Biological Chemistry aporta claves para desarrollar nuevas herramientas terapéuticas y diagnósticas en pacientes infértiles, así como para el desarrollo de nuevos métodos anticonceptivos no hormonales.
Durante la capacitación espermática, que prepara al espermatozoide para que sea capaz de fecundar al ovocito, el núcleo de este espermatozoide se encuentra “dormido”, es decir transcripcionalmente inactivo, y las transformaciones necesarias ocurren mediante su interacción con los estímulos que hay en el ambiente en que se encuentra.El objetivo del estudio publicado en la revista Journal of Biological Chemistry fue encontrar y explicar cómo son activadas las vías de señales que provocan esos estímulos.
Los iones (moléculas con carga eléctrica) presentes en el tracto reproductor masculino y femenino ejercen un rol vital para activar los pasos moleculares que llevan al espermatozoide a adquirir capacidad fecundante. Cuando los espermatozoides entran en el tracto reproductor femenino se encuentran con concentraciones de iones diferentes a las que encontraba por ejemplo en el epidídimo, y eso provoca una cascada de eventos moleculares que conyevan a que un espermatozoide pueda capacitarse.
A pesar de que en trabajos anteriores se había identificado que uno de esos iones, el bicarbonato (HCO3–), cumple un rol fundamental al activar directamente estas vías de señalización molecular, no se sabía cómo entraba en la célula.
En el trabajo realizado por el equipo del laboratorio de Biología Celular y Molecular de la Reproducción, dirigido por el Dr. Mariano Buffone, en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), se descubrió que el bicarbonato ingresa a la célula inicialmente por el canal de cotransporte iónico llamado NBC, descripto por el grupo. Es decir, que por un mismo canal ingresan dos iones juntos, en este caso el bicarbonato ingresa junto con el sodio.
Cuando el bicarbonato ingresa a la célula activa una enzima, la adenilatociclasa soluble. Esta enzima produce un mensajero muy importante, el AMP cíclico, pasos moleculares imprescindibles para que el espermatozoide traduzca la señal aportada por el bicarbonato para regular los canales iónicos y así controlar el potencial de membrana.
Durante la capacitación del espermatozoide se sabía que ocurre un cambio de potencial de la membrana celular. Es decir, un desbalance entre las cargas en el interior de la célula y las cargas en el exterior. Ese cambio siempre se atribuyó a la salida de iones positivos (potasio) a traves de un grupo de canales denominado SLO. Sin embargo, el grupo descubrió que existe también otro factor que colabora en este fenómeno, y es que el canal de entrada de iones negativos de sodio (ENaC) se cierra, impidiendo la entrada de carga negativa.
“El aporte fundamental de este trabajo radica en que se ha logrado esclarecer cómo se conectan los pasos iniciales para activar esta vías con eventos más terminales, como son los cambios en el potencial de membrana”, concluyó el Dr. Buffone, y agregó que “entender los pasos moleculares que gobiernan estos procesos es fundamental para desarrollar nuevas herramientas terapéuticas y diagnósticas en pacientes infértiles, así como para el desarrollo de nuevos métodos anticonceptivos no hormonales”.
Fuente: CONICET