'Tener hipertensión incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad cerebrovascular, coronaria, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, demencia, insuficiencia renal y retinopatía, entre otras condiciones'. Así lo afirmaron especialistas de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), insistiendo en la importancia de mejorar la detección temprana a través de la medición de la presión arterial, tanto en el consultorio como en el domicilio, en la prevención de los factores de riesgo y en la optimización de la adherencia a los tratamientos.
La información surge en pleno marco de la campaña de concientización 'Conoce y Controla tu Presión Arterial – CyC 2022', una iniciativa que -por 6° año consecutivo- invita a la gente a acercarse a determinados puntos de medición, controlar su presión y recibir material informativo con consejos saludables. La iniciativa comenzó el 17 de mayo, Día Mundial de la Hipertensión Arterial y finaliza el 14 septiembre, instituido por la SAHA como el Día del Hipertenso, ya que es una fecha (14/9) que se relaciona con una presión de 140/90 mmHg, valor a partir del cual todas las guías de diagnóstico y tratamiento internacionales consideran el diagnóstico de hipertensión.
Subestimada por muchas personas, la hipertensión arterial no solo es el principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares sino que es una enfermedad en sí misma que causa muerte y discapacidad a nivel global: de hecho, las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hablan de unos 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años afectados, de los cuales un 46% desconoce su condición de hipertenso. A nivel local, el panorama tampoco es auspicioso: en 2019 casi 100 mil personas murieron por enfermedades cardiovasculares, de las cuales un tercio (37.3%) podría estar vivo de haber tenido su presión arterial controlada. Eso significa que el control de la hipertensión podría evitar 100 fallecimientos diarios en la Argentina.
Las cifras de la 4a Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, difundida en 2019 por el Ministerio de Salud de la Nación, evidencian que un 34,6% de la población presenta presión arterial elevada. No obstante, la hipertensión no es considerada una enfermedad grave por muchas personas; ni siquiera monitorean su presión frecuentemente o -aun sabiéndose hipertensos- no se preocupan por mantener su enfermedad bajo control.
"La primera medida para detectar la hipertensión es que las personas adquieran el hábito de monitorearse en sus hogares, utilizando los dispositivos automáticos, digitales y validados. Pocas enfermedades crónicas son tan fáciles de diagnosticar. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, para su tratamiento, en la gran mayoría de los casos no es en absoluto suficiente llevar adelante una dieta saludable, bajar de peso, hacer actividad física, dejar de fumar o bajar el consumo de sal. Todo eso es muy importante, por supuesto, pero revalorizamos el seguimiento médico periódico y la indicación de ayuda farmacológica cuando el profesional lo considere", sostuvo el Dr. Marcos Marín, médico cardiólogo especialista en Hipertensión Arterial, Presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) y Coordinador de la Campaña 'Conoce y Controla tu Presión Arterial 2022.
Según la OMS, la hipertensión arterial hoy es considerada una de las causas principales de muerte prematura en el mundo. Por eso, uno de los objetivos globales para las enfermedades no transmisibles es prevenir o disminuir la prevalencia de la hipertensión en un 25% en 2025 respecto de los valores de 2010. Para lograrlo, entre las recomendaciones de la organización figuran: reducir la ingesta de sal (a menos de 5 g diarios), consumir más frutas y verduras, realizar actividad física con regularidad, no fumar, reducir el consumo de alcohol, limitar la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas y eliminar/reducir las grasas trans de la dieta.
Una vez hecho el diagnóstico, además de los hábitos saludables, es necesario un tratamiento farmacológico. "Se debe indicar una terapéutica basada en la administración periódica y sostenida de 1, 2 y -muchas veces- combinaciones de hasta 3 medicamentos para poder tener la hipertensión bajo control. El problema es que, como es una enfermedad que no da síntomas, las personas se sienten bien y abandonan los tratamientos", completó el Dr. Nicolás Renna, médico cardiólogo universitario, doctor en medicina, vicepresidente de la SAHA.
Tan importante es el impacto de la hipertensión en el organismo, que sólo por tomar el ejemplo de la enfermedad renal crónica, que daña las funciones de los riñones a lo largo del tiempo y que afecta a 1 de cada 8 argentinos, cuando se observan los factores de riesgo se evidencia que -además de la diabetes- la hipertensión arterial es también uno de los principales factores de riesgo modificables. A su vez, hay estudios internacionales que señalan que la hipertensión, sobre todo en personas de mediana edad, se asocia a una peor función cognitiva, pérdida de memoria y fluidez verbal.
Además, la hipertensión daña los vasos sanguíneos de la retina y el nervio óptico; a mayor presión arterial y cuanto mayor sea el tiempo transcurrido con hipertensión, más grave será el daño. Si la persona -además de ser hipertensa- tiene diabetes, colesterol elevado o fuma, su riesgo de perder la visión será más alto. La única manera de tratar la retinopatía hipertensiva es bajando los niveles de presión arterial.
"Existe un fuerte vínculo entre la hipertensión y patologías como la enfermedad cerebrovascular, coronaria, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, aneurisma de aorta, disección de aorta, enfermedad vascular periférica, demencia e insuficiencia renal crónica, todas afecciones que pueden causar discapacidad y muerte. Por esto, es fundamental que todo profesional de la salud aproveche la oportunidad de medir la presión arterial cada vez que un paciente ingresa en su consultorio, no sólo las especialidades vinculadas a la Cardiología, sino todas", aseveró el Dr. Diego Fernández, médico especialista en Medicina Interna y Magister en Hipertensión Arterial, tesorero de la Comisión Directiva de la SAHA.
Como cada año, se está desarrollando una nueva edición de la Campaña 'Conoce y Controla tu Presión Arterial'; para la Campaña, que forma parte de la iniciativa internacional liderada por la Sociedad Internacional de Hipertensión (ISH) y la Liga Mundial contra la Hipertensión Arterial (WHL), y que cuenta con el sponsoreo a nivel global del laboratorio Servier, se dispone de puntos ubicados en todo el país que utilizarán gazebos para medir la presión de manera gratuita a todas las personas mayores de 18 años que se acerquen de manera voluntaria.
"Sabemos que las campañas no arrojan datos con rigor estadístico, tampoco es la intención porque no es un estudio epidemiológico, sino una campaña de concientización. No obstante, en ediciones anteriores observamos que los datos que surgen van en consonancia con estadísticas locales e internacionales. Por eso, y dada la potencial gravedad de una enfermedad de fácil diagnóstico y cuyo buen control es posible, es importante que las personas tengan información sobre los riesgos asociados y tomen conciencia para prevenirla y/o tratarla con la seriedad y rigurosidad que merece", concluyó el Dr. Pablo Rodríguez, médico especialista en Cardiología, Medicina Interna e Hipertensión Arterial, Secretario de la SAHA.
Investigadores argentinos presentaron en Alemania, en el marco del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, un estudio realizado en el país con el que a partir de la aplicación de un sencillo test cognitivo se logró detectar con mayor precisión a los pacientes hipertensos con deterioro cognitivo en las funciones ejecutivas, un aporte que permite sumar la evaluación de lesiones cerebrales a la práctica clínica y tomar medidas para detener el proceso de deterioro. En promedio, la prevalencia del deterioro cognitivo que se expresa en forma silente se da en alrededor del 30% de los pacientes. Sin embargo en este estudio, con el “test del reloj” utilizado se detectó un 36% de prevalencia de deterioro cognitivo versus un 21% con el test clásico “Mini-Mental test” que suele utilizarse.
“Este estudio aporta la posibilidad de subrogar las lesiones cerebrales que no son evaluadas en la práctica clínica. Cuando uno tiene un paciente hipertenso lo que hace es evaluar los daños de órgano blanco, ver si el corazón está dañado, si el riñón está dañado. Pero no se evalúa el cerebro, porque es demasiado costoso hacer una resonancia magnética a todo el mundo. Entonces esta es una forma subrogante de poder evaluar cómo está la lesión vascular en el cerebro producida por la hipertensión”, señaló a Clarín el doctor Augusto Vicario, médico cardiólogo de la Unidad Corazón-Cerebro del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) y autor del estudio. “De esta forma –continúa-, hacés intervenir el cerebro cuando estratificás el riesgo de los pacientes”.
En la Argentina, el 36,3% de la población sufre hipertensión. Además de ser un factor de riesgo cardiovascular (la presión arterial elevada aumenta el riesgo de sufrir infarto y ACV), la Asociación Internacional de Alzheimer ya la reconoció como el principal factor de riesgo vascular modificable para desarrollar demencia o enfermedad de Alzheimer.
“La mejor forma de prevenir el deterioro cognitivo es con el control de la presión arterial. Cuanto más controlados estén las personas hipertensas menos lesiones silentes en su cerebro y mejor evolución van a tener. El tema es que cuando aparece el deterioro cognitivo esa persona tiene más posibilidades de desarrollar dentro de los cinco años demencia. Casi uno de cada 5 lo puede desarrollar”, explicó Vicario.
El estudio “Corazón-Cerebro” se llevó a cabo en 18 centros de cardiología del país, con base en el ICBA, y contó con la participación de 1414 adultos hipertensos mayores de 18 años, con una edad promedio de 60 años. El trabajo evaluó la utilidad y beneficio del “Test del Reloj” para conocer la prevalencia de deterioro cognitivo versus la prueba “Mini-Mental Test”.
Para realizar el Test del Reloj se les entregó a los pacientes un papel con un círculo de 10 centímetros de diámetro. Y se les indicó que escribieran los números del reloj en la posición correcta dentro del círculo y luego dibujaran las agujas del reloj indicando la hora “cuatro menos veinte”. Los participantes fueron evaluados como “normal”, “moderado” o “severo” deterioro cognitivo. El Mini Mental Test contiene 11 preguntas y el resultado se evalúa con una escala numérica hasta 30, en la que el rango 24-30 es normal, 18-23 es moderado y 0-17 indica severo deterioro cognitivo.
Los investigadores hallaron una mayor prevalencia de deterioro cognitivo con el Test del Reloj (36%) comparado con el Mini Mental Test (21%). Tres de cada 10 pacientes dieron “normal” en Mini Mental Test obtuvieron resultado “anormal” en el Test del Reloj. Además, la disparidad de los resultados entre ambas pruebas fue mayor en los pacientes más jóvenes.
El test tiene la particularidad de ser muy sencillo de aplicar. “Puede llevar entre uno o dos minutos hacerlo. Se puede hacer durante la consulta, como una práctica de rutina y consiste en dos órdenes: coloque los números y ponga la hora indicada. Si el profesional se puede capacitar y entender qué está midiendo, puede hacer el estudio”, señala el autor del trabajo. A partir de ahí, si el resultado es normal, habrá que hacer una evaluación periódica. Si el resultado es anormal, se indica un estudio cognitivo completo, con imágenes cerebrales y todos los estudios correspondientes.
Es importante la detección temprana del deterioro cognitivo porque es un punto de partida para tomar medidas a fin de detener y hasta revertir el proceso. Un estudio finlandés demostró que si a estos pacientes se les mejora el control de la presión arterial, siguen una dieta adecuada, se mantienen dentro de su peso ideal, toman la medicación que corresponde, se los estimula cognitivamente y hacen actividad física en forma regular, pueden llegar a mejorar hasta un 100% su capacidad cognitiva.
“Cuando la hipertensión arterial no es tratada o controlada en forma adecuada daña en forma silente y progresiva las pequeñas arterias de la subcorteza cerebral lesionando las fibras que conectan las neuronas de la corteza frontal. Así, el daño vascular causa deterioro de las funciones cognitivas y en forma especial de las funciones ejecutivas que dependen de la integridad y conectividad de la corteza frontal”, señala el doctor Gustavo Cerezo, jefe del servicio de Epidemiología y Prevención Cardiovascular del ICBA y coautor del trabajo.
Las funciones ejecutivas cumplen una función clave en la vida diaria de las personas. Son las que regulan nuestra conducta diaria, ayudan a la resolución de problemas, intervienen en la inhibición de comportamientos que socialmente no son adecuados, por nombrar algunos ejemplos.
Fuente: Clarín salud
La cartera sanitaria bonaerense a través de su dirección de Programas Sanitarios realiza acciones de trabajo con el objetivo de definir la estrategia provincial en los ejes de hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, junto a sociedades científicas nacionales de cara al 2018.
El objetivo es trazar líneas de consenso a partir de los encuentros pautados con referentes, entre ellos, Adrián D´Ovidio de la Federación Argentina de Cardiología (FAC); Ricardo Migliore de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC); Judith Zilberman de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA); y Sebastián García Zamora del Consejo Argentino de Residentes de Cardiología (CONAREC), entre otros actores importantes que se sumarán al trabajo multidisciplinario.
Entre los puntos salientes de lo planificado, se encuentra el abordaje integral de las personas con hipertensión arterial, la implementación de redes de salud para el cuidado de personas con problemas cardiovasculares, la continuidad y el fortalecimiento de las iniciativas “Menos sal más vida” y “Entornos saludables”, el apoyo y generación de redes de atención del Infarto Agudo de Miocardio y del Accidente Cerebrovascular (ACV), y el acceso de una atención integral de las personas con Insuficiencia Cardíaca.
Desde la Dirección de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, a cargo del. Flavio Dombrowski y el referente en cardiología Alejandro Koch, sostuvieron que “buscan mejorar el acceso de las personas al diagnóstico oportuno, al tratamiento, el seguimiento y el posterior control de estas afecciones y, al mismo tiempo, generar herramientas de atención y cuidado en los profesionales de la salud y optimizar el conocimiento sobre el tratamiento de estas patologías en el primer nivel de atención”.