En este sentido, la SATI y el CIC recuerdan que el uso de barbijos caseros podría aumentar el contacto de las manos con la cara, incrementando el riesgo de infección y señalaron: “Consideramos importante asesorar a la población de evitar tocarse la cara tanto en la colocación, el uso y la remoción de los barbijos, así como en la higiene de manos. También sobre la posibilidad de reutilización, y en tal caso explicitar higiene y almacenamiento según tipo de material”.
Por último, todas las sociedades científicas, organismos oficiales y quienes integramos el sistema sanitario, queremos recordarle y pedirle a la población que es imprescindible priorizar y reservar el uso de barbijos quirúrgicos y de alta eficacia para quienes realmente los necesitan: los profesionales de la salud, las personas con síntomas (casos sospechosos o confirmados) y sus cuidadores. Estamos atravesando una situación crítica a nivel mundial y estos insumos son indispensables para salvar vidas y evitar que nos enfermemos por COVID-19 los farmacéuticos, camilleros, enfermeros, médicos, terapistas y tantos otros que trabajamos para cuidar a la población. Seamos responsables y solidarios.
*Asesoró el Dr. Daniel Stamboulian, Profesor Emérito de Infectología de la Facultad de Medicina de la UCES y Voluntary Profesor of Medicine of the University of Miami.