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Viernes, 15 Octubre 2021 15:12

Farmacia y salud coronaria

En el marco del Congreso Argentino de Cardiología 2021, organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología, se presentaron los resultados de la investigación 'Infarto agudo de miocardio con elevación del ST en pacientes jóvenes, incidencia y características clínicas', que demostró que 1 de cada 10 infartos que se produce en Argentina es en personas de menos de 45 años, y de ellos, 4 de cada 10 se dan en mujeres. Estos casos se vieron particularmente relacionados con el tabaquismo y el componente heredofamiliar.

"Algo que se evidenció en el trabajo es que el tabaquismo tiene el doble de incidencia en pacientes jóvenes, comparado con aquellos que se infartan luego de los 45 años. El tabaco es un factor de riesgo muy importante: en Estados Unidos, 440.000 muertes al año están relacionadas con el cigarrillo", refirió el Dr. Adrián Charask, médico cardiólogo, Asesor Científico del Área de Investigación de la SAC y coautor de la investigación.

El componente hereditario también demostró ser relevante en los pacientes jóvenes. Si bien se trata de un factor de riesgo no modificable, sí sería importante que invite a las personas con antecedentes familiares a cuidar aún más su salud en general y la salud cardiovascular en particular, ya que presentan un riesgo aumentado de desarrollar alguna de este grupo de enfermedades.

Con respecto al pronóstico de estos pacientes, la Dra. Yanina Castillo Costa, médica cardióloga, Directora del Área de Investigación de la SAC y coautora de la investigación, afirmó que "debemos diferenciar el pronóstico a corto y a largo plazo. Si un paciente se infarta joven, seguramente lo haga porque tiene historial de tabaquismo o antecedentes heredofamiliares, como mostró el trabajo. Es poco probable que fallezca en ese primer evento, porque los jóvenes tienen menos mortalidad que la gente mayor. Si el paciente deja de fumar, adquiere hábitos saludables y toma la medicación correctamente, probablemente tenga un buen pronóstico a largo plazo. Por el contrario, si sigue fumando o no realiza los cuidados necesarios, no es bueno, porque estos pacientes tienen muchas veces nuevos eventos coronarios."

"Cuando miramos el pronóstico de infarto en Argentina respecto del resto del mundo, tenemos el doble de la mortalidad que los países desarrollados, con una mortalidad intrahospitalaria del 8.8% mientras que otros países como Estados Unidos, Francia o España tienen 4 o 4,5%. A pesar de que nuestra Sociedad y el registro están relacionados a centros de alta complejidad, donde más del 80% de los pacientes recibe tratamiento de reperfusión coronaria (angioplastia o fibrinolíticos), este incremento de la mortalidad se debe especialmente a la falta de una adecuada logística prehospitalaria que retrasa los tiempos de tratamiento", explicó el Dr. Charask.

Si bien se suele asociar la enfermedad cardiovascular con los varones, está demostrado que las mujeres también desarrollan esta patología. En esta investigación, de hecho, se vio que 4 de cada 10 pacientes jóvenes eran mujeres, con lo cual deben estar especialmente atentas al cuidado de su salud.

"Durante este Congreso 2021, hemos compartido nuevas informaciones acerca de la salud cardiovascular, con el objetivo de poder brindar a los pacientes cada vez más y mejores alternativas para su bienestar. Sin embargo, siempre es pertinente recordar que lo más importante es la prevención: llevar un peso adecuado, una nutrición saludable, evitar el tabaquismo, controlar la hipertensión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre, reducir el consumo de alcohol y realizar actividad física contribuyen a un buen estado de salud en general", describió el Dr. Claudio Majul, médico cardiólogo, Presidente del Comité Científico del 47° Congreso Argentino de Cardiología (SAC.21).

El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública, ya que produce más de 8 millones de muertes al año, de las cuales 7 millones son por consumo directo y 1,2 millones son de personas expuestas al humo del tabaco. Cerca del 13% de todas las muertes en mayores de 35 años en Argentina pueden atribuirse al consumo de tabaco. En nuestro país, 1 de cada 5 jóvenes de entre 13 y 15 años fuma y es más común entre las mujeres que en los varones (21,1 vs. 17,6%). Además, el 35,3% estuvo expuesto al humo de cigarrillo en sus hogares y un 43,7% en espacios públicos cerrados. Aún queda mucho camino por recorrer para disminuir el tabaquismo en la población.

"Para lograr esto, hay muchas medidas que se pueden tomar y que, de hecho, vienen implementándose: prohibir las publicidades de tabaco, aumentar el precio de los cigarrillos para que sean menos accesibles, promover ambientes 100% libres de humos de tabaco, entre otras, pero fundamentalmente debemos educar a la población, incorporando a la currícula de los colegios la importancia del cuidado de la salud. Esto abarca distintos aspectos, como la alimentación saludable, la importancia de realizar actividad física diaria y el control de los factores de riesgo. Estos cambios en el estilo de vida no solamente ayudan a prevenir síndromes coronarios agudos, sino que también disminuyen las probabilidades de desarrollar un ACV, insuficiencia renal y enfermedad cardiovascular periférica, entre muchas otras. El beneficio es muy significativo", insistió la Dra. Castillo Costa.

El infarto agudo de miocardio, junto con el ACV y la sepsis, constituyen enfermedades tiempo-dependientes. Esto implica que cuanto más tarde se consulta, mayor es el riesgo. Por ello, ante cualquier síntoma inusual, particularmente dolor de pecho, es importante llamar a urgencias o acudir a un centro médico de inmediato.

"Este trabajo se realizó gracias al ARGEN-IAM, un registro continuo del infarto agudo de miocardio con elevación en el ST, que comenzó en 2015 y se ha llevado adelante en forma conjunta por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Federación Argentina de Cardiología (FAC). Gracias al trabajo colaborativo de múltiples centros asistenciales, se puede evaluar en forma continua el pronóstico y tratamiento de los infartos y ya se llevan registrados más de cinco mil pacientes. Es un verdadero lujo contar con esta información local, que nos permite arribar a conclusiones como las detalladas en esta investigación", consignó el Dr. Alejandro Meretta, médico cardiólogo, Coordinador General del Comité Científico del Congreso SAC.21.

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Un estudio mostró que casi la mitad de las personas afectadas por infartos en el país demoró más de tres horas en promedio en ser atendida desde el inicio de los síntomas hasta la intervención coronaria -cuando lo ideal es hacerlo antes de las 2 horas- y que las enfermedades cardiovasculares explican una de cada tres muertes de origen conocido, lo que equivale a 197 fallecimientos diarios. El dato surgió de especialistas reunidos en la apertura del 43° Congreso Argentino de Cardiología.

 

Los resultados preliminares del estudio ARGEN IAM-ST, que involucró los reportes de 1.670 personas con infarto que llegaron a las guardias de 247 centros del país, indicaron que en el 45,6% de los casos hubo demoras de más de tres horas, en promedio, desde los primeros síntomas hasta arribar a una sala con capacidad para realizar una angioplastia.

Dentro de ese grupo, en el 18,4% de los casos la demora fue entre 3 y 6 horas, en el 14,3% de entre 6 y 12, en el 7,8% entre 12 y 24 y en el 5,1% de más de 24 hs, de acuerdo al informe presentado en el congreso que se realiza hasta mañana en la ciudad de Buenos Aires.

“Este relevamiento evidencia los tiempos excesivos no solo de los pacientes en requerir asistencia, sino del propio sistema en brindarla”, explicó Hector Deschle, secretario de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

La demora en la atención entre el inicio de los primeros síntomas, el arribo a un centro asistencial y la realización de un tratamiento de desobstrucción coronaria, se combina con factores de riesgo que están presentes en la sociedad argentina y complican la situación, explicaron los especialistas.

“La hipertensión arterial, el colesterol elevado, altos niveles de sobrepeso y obesidad, tabaquismo, sedentarismo y el estrés son los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular. Si a eso le sumamos la demora en acudir a la atención médica ante una emergencia y la falta de adherencia a los tratamientos médicos, tenemos un combo explosivo que se refleja en los altos índices de mortalidad y de enfermedad cardiovascular”, manifestó Miguel González, presidente de la SAC.

El experto recordó que 1 de cada 3 muertes de origen conocido en Argentina se debe a alguna de las enfermedades cardiovasculares, el equivalente a un promedio de 197 fallecimientos diarios.

El estudio relevó también que 1 de cada 3 pacientes con infarto agudo de miocardio demoró más de 4 horas en promedio hasta llegar a la realización de una angioplastia, mientras que lo recomendado es un tiempo inferior a las 2 horas.

Según precisó el informe, los factores que retrasan la atención adecuada de estos episodios son que los pacientes minimizan los síntomas y posponen el llamado a la ambulancia, la demora del servicio de emergencias, y la derivación inicial a centros que no cuentan con servicio de hemodinamia para la realización de angioplastias.

Tiempos
Entre 3 y 6 horas: En el 18,4% de los casos, las demoras para atender un infarto es de entre 3 y 6 horas.
Entre 6 y 12: En el 14,3% la atención ocurre entre 6 y 12 horas después del ataque.
Entre 12 y 24: En el 7,8% de los episodios, para llegar a un centro de atención se tarda entre 12 y 24 horas.
Mas de 24: En el 5,1% de los infartos se tarda más de 24 horas en ser atendido.
Lo ideal: Los especialistas señalan que la atención ideal está por debajo de las dos horas.

Fuente: El Día de La Plata

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Jueves, 07 Septiembre 2017 14:14

El poder de las estatinas

Investigaciones anteriores habían demostrado el beneficio de las estatinas para reducir el colesterol alto y el riesgo de enfermedad cardíaca entre las diferentes poblaciones de pacientes. Ahora, un equipo de investigadores dirigidos por el profesor Kausik Ray, de la Escuela de Salud del Imperial College London, en Reino Unido, acaba de demostrar que 40 miligramos diarios de pravastatina, un tipo relativamente débil de estatina, redujo las muertes por enfermedades cardíacas en un grupo específico de personas.

 

“Por primera vez, mostramos que las estatinas disminuyen el riesgo de muerte en este grupo específico de personas que parecen estar en gran parte saludables excepto por niveles muy altos de LDL, lo que legitima las directrices actuales que recomiendan tratar a esta población con estatinas”, afirma el profesor Ray.

Además, los hallazgos desafían las pautas actuales en pacientes más jóvenes con LDL, para los que, de entrada, no se recomienda este fármaco. Por el contrario, los autores señalan que incluso aquellos individuos con colesterol ligeramente elevado corren mayor riesgo a largo plazo de enfermedad cardíaca, y que la acumulación de modestas reducciones de LDL con el tiempo se traducirá en grandes beneficios de mortalidad.

El profesor Ray añade: “Nuestros hallazgos proporcionan la primera prueba basada en evidencia para apoyar las pautas para el tratamiento de pacientes con LDL por encima de 190mg/dl y sin signos de enfermedad cardíaca. También sugieren que debemos considerar la prescripción de estatinas a individuos con colesterol elevado en niveles superiores a 155 mg/dl”.

Este trabajo, que se publica en Circulation, es la continuación de un estudio de 5 años de 1995 en el que los investigadores observaron los efectos a largo plazo de las estatinas en los pacientes del ‘West of Scotland Coronary Prevention Study’ (WOSCOPS). Los investigadores tuvieron en cuenta esos y siguieron a los pacientes durante otros 15.

La investigación WOSCOPS proporcionó la primera evidencia concluyente de que el tratamiento de LDL alto en hombres con pravastatina durante cinco años reduce significativamente el riesgo de ataque cardíaco o muerte por enfermedad cardíaca en comparación con el placebo. Posteriormente, se establecieron las estatinas como el tratamiento estándar para la prevención primaria en personas con niveles elevados de colesterol.

El estado de LDL, importante factor de riesgo

Ahora, los científicos han completado análisis de seguimiento de 15 años de 5.529 hombres, incluyendo 2.560 con colesterol LDL por encima de 190 mg/dl de los 6.595 originales, elegidos porque no tenían evidencia de enfermedad cardíaca al comienzo del presente estudio. Los participantes tenían entre 45 y 64 años. Durante el ensayo inicial de 5 años se les administró pravastatina o placebo y una vez que el ensayo terminó, los participantes volvieron a sus médicos de atención primaria, y se les siguió durante un periodo adicional de 15 años.

Los 5.529 hombres se dividieron en dos grupos: aquellos con LDL elevado (entre 155 y 190mg/dl) y aquellos con LDL muy alto (por encima de 190mg/dl). El nivel “ideal” estándar de LDL para los pacientes de alto riesgo es inferior a 100mg/dl, pero esto varía dependiendo de los factores de riesgo individuales.

Los investigadores descubrieron que la administración de pravastatina a los hombres con LDL muy alto redujo las tasas de mortalidad de 20 años en un 18%. Las estatinas también disminuyeron el riesgo global de muerte por cardiopatía coronaria en un 28% y redujeron el riesgo de fallecimeinto por otras patologías cardiovasculares en un 25% entre las personas con colesterol LDL muy alto.

El seguimiento de 15 años también significó que los investigadores podían comparar el riesgo predicho original de los pacientes de la enfermedad cardiaca con el riesgo real observado. De acuerdo con las ecuaciones de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, el 67% de los pacientes incluidos en el estudio WOSCOPS con LDL por encima de 190 mg/dl tendría menos de un 7,5% de riesgo de enfermedad cardiaca en el décimo año y, por lo tanto, no habría sido tratado con estatinas en función de ese riesgo.

Sin embargo, este nuevo análisis muestra que, de hecho, este grupo registraba un riesgo del 7,5% en el quinto año, lo que significaba que su riesgo a diez años era del 15%. Después de la terapia con estatinas, el riesgo de este grupo en diez años se redujo en comparación con aquellos que recibieron placebo durante el ensayo.

Los autores consideran que sus conclusiones proporcionan la primera prueba aleatoria directa del ensayo para confirmar que las pautas actuales deben permanecer como están para aquellos que presentan LDL muy alto y los que tienen niveles de LDL por encima del umbral de 190mg/dl pueden considerarse para recetarles la terapia con estatinas sin la evaluación del riesgo, ya que el LDL elevado proporciona suficiente riesgo por sí mismo.

El profesor Ray subraya: “Ésta es la evidencia más fuerte de que las estatinas reducen el riesgo de enfermedades del corazón y la muerte en los hombres con LDL elevado. Este estudio confirma el estado del LDL como un importante factor de riesgo de enfermedad cardíaca y sugiere que incluso modestas reducciones de LDL pueden ofrecer beneficios en la mortalidad a largo plazo. Nuestro análisis establece firmemente que el control del LDL con el tiempo se traduce en menos muertes en esta población”.

Fuente:

Jano OnLine – España 
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Miércoles, 23 Agosto 2017 15:28

El corazón no reacciona como se creía a un infarto

El hallazgo, publicado en las revistas Circulation y Circulation Research, derrumba un dogma clásico según el cual tras un infarto existía una reparación progresiva del miocardio, y podría cambiar el tratamiento futuro de esta dolencia cardiaca.
Durante décadas se ha asumido que, inmediatamente después de un infarto, se producía una reacción inflamatoria (caracterizada por un incremento del contenido de agua y células) en el tejido infartado y que ésta permanecía estable durante al menos una semana con una posterior desaparición progresiva.
Hace dos años este mismo equipo publicó una serie de trabajos en un modelo experimental donde se cuestionaba este viejo dogma pero en este trabajo, liderado por Borja Ibáñez, han usado la tecnología de resonancia magnética más avanzada para demostrar que el corazón humano responde con dos reacciones edematosas muy bien diferenciadas y separadas en el tiempo.
El proyecto es el resultado de una línea de investigación que comenzó hace más de 10 años en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York (EEUU), que dirige el director del CNIC, Valentín Fuster, cuyo centro firmó hace dos años un acuerdo con la Jiménez Díaz para estudiar el músculo cardiaco tras un infarto agudo de miocardio.
Tras la demostración en 2015 de que existía una reacción inflamatoria bimodal en animales de experimentación, quedaba por demostrar lo más difícil, que en pacientes también ocurre esta reacción tan peculiar del músculo cardiaco.
Para ello necesitaban un entorno muy especial donde se pudieran realizar estudios de resonancia magnética inmediatamente tras abrir la arteria coronaria a pacientes que están sufriendo un infarto,algo que se puede realizar en pocos centros tanto por la tecnología necesaria, como por la logística tan compleja.
“Los pacientes con infarto acuden a cualquier hora del día o la noche, incluidos los fines de semana, yteníamos que realizar la primera resonancia magnética dentro de las 3 horas que siguen a la apertura de la arteria coronaria con un stent”, ha explicado Pedro Luis Sánchez, jefe de Cardiología del Hospital Universitario de Salamanca.
El modelo porcino de infarto, el más parecido al humano
Además de los estudios en pacientes, se ha analizado el modelo porcino de infarto, el más parecido al humano. Y gracias a la infraestructura de investigación traslacional del CNIC, que incluye réplica de los equipos de imagen humana para estudios experimentales, se demuestra en estos trabajos que las terapias aplicadas durante el infarto son capaces de cambiar la composición del músculo cardiaco durante las primeras horas tras la repercusión y ello se traduce en una recuperación del corazón mucho más rápida.
El descubrimiento de la reacción bimodal del corazón humano, hace “replantearse” el momento en el que los ensayos clínicos deben realizar una resonancia magnética para cuantificar el daño irreversible de los pacientes y el efecto de terapias aplicadas para reducir este daño, según los autores.
“Hasta ahora existía una visión liberal y estos estudios de imagen cardiaca se realizaban en cualquier día postinfarto. Estos nuevos trabajos nos muestran que las resonancias magnéticas con este objeto deben de realizarse entre el día 4 y 7 posinfarto, momento en el que la segunda onda inflamatoria/edematosa es prominente y ocupa toda el área que estuvo sin riego sanguíneo durante el infarto”, ha explicado Ibáñez.
 
Fuente: Europa Press
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